miércoles, 24 de mayo de 2017

VIAJES LITERARIOS

En el proceso de aprendizaje que se ha de dar en el Aula de Formación de Lectores contemplo la experiencia del viaje literario. Es decir, la experiencia de acudir al lugar físico donde han ocurrido los hechos ficticios que hemos leído. O donde vivió el autor que los ha hecho posibles. Dos guías son necesarias en cada viaje. La guía que reúne los datos, irá en la maleta de los viajeros. La guía que agrupa los símbolos, irá en la mente o el alma de los lectores. Si hemos leído con atención y concentración, si hemos escuchado las palabras de los otros, comprobaremos que lo mejor - lo que es justo, lo que ha dado de sí nuestro pensamiento - queda fuera de nuestra vista; que la percepción de lo que hemos leído en el libro, nos cuesta su pérdida en el lugar donde se nos dice que ha tenido lugar su aparición; que los pies no caminan sobre el asfalto de la actualidad sino que, de forma impremeditada, nos damos cuenta de que nos desplazan en el tiempo que hay justo debajo de esa capa de tierra o alquitrán; que así es el tiempo que da forma a lo que hemos leído; que este desplazamiento del tiempo y aquella forma de proceder de nuestro pensamiento nos permite captar y soportar con dignidad la prueba de la pérdida; que es justo lo que media entre lo que ven tus ojos en el momento del viaje y lo que has imaginado en el momento de la lectura; una pérdida que determina la distancia desde donde has leído, sí, pero que acaba siendo una ganancia, la mejor ganancia, una vez que has regresado a casa. Una vez aquí, sentado donde habitualmente lees o donde hablas con los otros lectores, comprobarás que lo que has leído antes del viaje son sólo palabras, sin embargo, que fácil te hacen el acceso a ese otro nivel de la realidad que, has comprobado in situ, permanece oculto detrás de todo lo que has visto en el viaje, que no es otra cosa que la última capa que el devenir histórico ha colocado sobre los sentimientos comunes y no comunes de todos los tiempos. 

Te dejo una muestra de estos, digamos, viajes literarios o espirituales. En este caso la visita es al Londres de Jean Austen, de la mano de la editorial Aventuras Literarias.