miércoles, 28 de diciembre de 2022

MATILDE ALBA SWANN

 ESTA LLUVIA…(fragmento)



DANTE ALIGHIERI

 LA DIVINA COMEDIA, CANTO XXX (fragmento)



UNO-BIEN-BELLO-JUSTO

 El Uno-Bien-Bello-Justo se celebra en cada una de las particularidades en que se despliega sobre la vida y la civilización, lo que a estas no les impide conservar en su intimidad la procedencia de ese Uno-Bien-Bello-Justo originario.

Sin embargo, la Universidad (unidad de la diversidad) que tiene la misma raíz, ha convertido sus facultades en un choque de identidades, destinos, tiempos y sentimientos. Rompiendo la mirada, riéndose de quienes aún confiamos en que la vida y la civilización hablen con una sola voz, y busque una armonía sensible entre las partes al alcance de los corazones sensatos. ¿Es esto lo que más se parece al inmediato futuro?

lunes, 26 de diciembre de 2022

JUAN RAMON JIMÉNEZ

 JESUS, EL DULCE, VIENE,… (fragmento)



GABRIELA MISTRAL

 LA TIERRA (fragmento)



LAS EMOCIONES GOLPISTAS

 Karl Jaspers considera como una tarea cotidiana del ser humano la clarificación de su existencia, del Ser y su relación con el mundo en tanto que Posibilidad. Debemos esforzarnos, dice, por buscar la verdad y encontrar un lugar en que actuar y que esté a nuestra disposición.

¿Desde que legitimidad se le puede exhortar a lo anterior al sujeto moderno? Teniendo en cuenta que su ideología adanista e intrascendente le impulsa disrruptivamente a ser autosufciente, autocomplaciente y a entenderlo todo aquí ahora sin ayuda de nadie. Así cuando tiene 20, 30, 40, 50, y no digamos a partir de los 60 en adelante. Le impulsa a pensar que el mundo empezó el día que él nació, lo que le exime de la tarea de ser heredero y albacea de la tradición cultural de la civilización a la que pertenece. Único e Inmortal, que me quiero único inmortal y eterno adolescente, dice en voz alta el mencionado sujeto. Como Luis XIV, el sujeto moderno cree que el mundo es él y todo lo demás está a su servicio.


Cualquier intento de acercarse al monarca absoluto del yo moderno hace aparecer en su boca el lenguaje belicoso propio de quien se siente amenazado: “eso es lo que tú piensas, cada uno lo ve a su manera”. En ningún caso aparece el lenguaje creativo de las posibilidades propias y conjuntas, que abren caminos comunes y universales: “ahora que oigo tus palabras, entiendo mejor lo que leí el otro día”


¿Son las emociones golpistas que nos asedian (o sitian)  en lo más íntimo - como dice mi amiga - las que impiden que la amenaza se trasforme en posibilidad?  ¿Que la parálisis amenazante se transforme en acción posibilitante? ¿Es la intimidad de esas emociones golpistas algo sin más, como también dice mi amiga, o es una potencia de algo que pide tener forma y presencia activa entre los otros en el mundo? ¿Es la salida al exterior, disimulante o enmascarada, de esas emociones golpistas del sujeto moderno un efecto inevitable de las mismas?

viernes, 23 de diciembre de 2022

MANUEL RICO

 EL ESPEJO VIVE… (fragmento)



JUAN RAMON JIMÉNEZ

 JESUS, EL DULCE, VIENE,…



DOS TITANES Y UN ÁNGEL

 “Solo un Dios puede salvarnos, la única posibilidad de salvación la veo en que preparemos con la poesía y el pensamiento una disposición para la aparición del Dios.”(Martín Heidegger)

“La técnica moderna o el camino a la incredulidad.

La base más profunda del malestar en la existencia, del malestar en la cultura del que ya hablara Freud, reside en que las propias herramientas con las que el hombre moderno aspiró a la omnipotencia (es decir, a sustituir a Dios) le traen permanentemente la más precisa noticia de su impotencia.” (Karl Jaspers)


“No se que es el alma. Pero me imagino que nuestros cuerpos de algún modo rodean lo que siempre ha sido.”

(“Piezas en fuga”, de Anne Michaels)


jueves, 22 de diciembre de 2022

LA VIDA ES SUEÑO

 Algunas preguntas antes de ir a ver la obra “La vida es sueño”, de Calderón de la Barca, en adaptación de Deglan Donnellan, que unos dicen que se ha cargado el original y otros que lo ha modernizado.

¿Por qué en una sociedad oficial laica y en la práctica llena de narcisistas extremos, se postula por el estado la necesidad de relacionarse con los autores clásicos de la época teocrática? 

¿Es auténtica o inducida esa necesidad, como si fuera un producto mas de consumo? “Compre compre lo que no necesita…”, según palabras del cantautor Rosendo Mercado. El sesenta por ciento de la población compra más, mucho más, de lo que necesita. Correlato de otro sesenta por ciento de la población que se vanagloria de no haber leído nunca un libro. Se nutren solo con los 140 caracteres de twiter. Digamos entonces, que en justa correspondencia con nuestro narcisismo extremo, somos un país de extrema Anorexia espiritual. 


¿Por qué una época donde domina con mano de hierro la ebriedad del Ego, tiene necesidad de relacionarse con otra época donde dominaba con igual empeño y ahínco la ebriedad de Dios?

¿Por qué la celebración y representación de la navidad produce consenso y la representación por el inglés de “la vida es sueño” produce disenso o enfrentamiento?


¿A los ciudadanos de un país como el nuestro nos conviene hacer un uso de nuestros clásicos para seguir ahondando en nuestras heridas cainitas? ¿No sería más decoroso e imaginativo hacerlo para encontrar, al fin, la necesaria armonía entre nosotros? ¿No es esta de nuevo, y después de las catástrofes de 1945, la misión irrenunciable de la creación humana? Venga, inglés, si te sientes mejor llámate artista si quieres.


Inglés, tienes que leer y representar “La vida es sueño” como si tuvieses a Dios delante, su misterio e inabarcabilidad. Fíjate, inglés, que he dicho como si, no he dicho teniendo a Dios delante. Tu Dios anglicano si quieres, el que se peleó, hasta la escisión, con el Dios del Vaticano. No lo hagas nunca, inglés, como si fueras un ingeniero (epítome de la sociedad digital hiper tecnologizada en la que vivimos), que todo lo controla, todo lo sabe, todo lo manipula, no lo hagas como si hubieras sustituido a Dios, al Dios de tu tradición si quieres, es decir, como si fueras tu un dios mismo. El único Dios. Además de increíble e inverosímil, inglés, queda feo. Y desprende un abstruso tufo de intereses, no de amor incondicional al teatro.

martes, 20 de diciembre de 2022

EMILIO PRADOS

 EL CUERPO EN EL ALBA (fragmento)



SOPHIA DE MELLO


 

JORGE LUIS BORGES


 

CLAUDIA MASIN

 ENTRE CUERPO Y ALMA (fragmento)



LIBERTAD, DIGNIDAD, VULGARIDAD

¿Que es el alma en una sociedad aristocrática y teocrática con la figura de dios como ordenadora del universo? ¿Que es el alma en una sociedad de masas, nihilista, escéptica, con él yo como único ordenador del mundo del caos que nos rodea? ¿Entendamos el alma como como algo pegado a la vida, algo que tiene que ver directamente con la vida? ¿Entonces el alma es un símbolo? Si es así, ¿simboliza todo aquello que desconocemos? Cómo el azar, ¿lo mezcla y es lo que produce un carácter?


En la época romántica, incluso ilustrada, la inspiración del genio venía del cielo, venía de Dios. En la época de la sociedad de masas, la inspiración ya no viene del cielo sino que viene de la propia vulgaridad que ha generado la libertad individual sin trabas, que, a su vez, va ligada a la dignidad incondicional del ser humano. A ellas Libertad, Dignidad, Vulgaridad se les plantea entonces la pregunta: ¿cómo se entiende ahora estar inspirado por la gracia? ¿Según entendía Simone Weil la relación con Dios? ¿Viene de la relación que mantienes con los demás?

sábado, 17 de diciembre de 2022

EL FILISTEO: HOMBRE MASA

*Como pensar después de muerte de Dios, lo que significa que todo es posible: la Shoah talmente

*Como emitir juicios de valor después de la Shoah


*Nada resulta tan fácil como destruir el mundo interior de quienes no piensan nada más que en salvaguardar la imagen aparente de sus vidas privadas.


Escribe Hannah Arendt en “Los orígenes del totalitarismo”,



LEER Y APARENTAR

 INSTANTES CAPTADOS:

Un libro es una ventana abierta al alma de otro ser humano, un mirador que permite contemplar una intimidad y fundirse con ella, una cima que exhibe sus escarpaduras. Las palabras componen círculos que nos permiten subir o bajar, alcanzar las alturas o descender hasta el abismo. Así lo entendió Dante, que viajó por geografías nunca vistas, buscando la salvación mediante el amor.”


¿Por qué a veces nos empeñamos en aparentar lo que no somos? Pienso que por miedo a ser heridos. Nuestra piel es una corteza muy fina. El trato con los otros puede ser tan doloroso como abrazar un espino. Me detengo un instante ante la estatua de Vallé-Inclán, el otro manco ilustre de nuestras letras, y me pregunto si él también fraguó una máscara para protegerse del mundo, casi siempre áspero y desconsiderado.

miércoles, 14 de diciembre de 2022

ELVIRA SASTRE

 MI VIDA HUELE A FLOR (fragmento)



ANNE SEXTON

 LOS ROTOS



BESSY REYNA

 ENIGMA



PHILIP LARKIN


 

¿POR QUÉ SE AMOTINAN LAS GENTES?

 Este cuento corto de Flannery O’Connor, está narrado por un narrador No Identificado que no participa en la acción, pero donde todo es significativo. Es decir, hay una distancia respecto a lo narrado. Una distancia que es lo que el lector tiene que leer. Lo he propuesto porque es eso lo que podemos compartir los lectores, no la parte mecánica de nuestra vidas profesionales, familiares o sociales políticas, sino su parte simbólica o significativa. Porque es eso lo que nos levanta un estado de ánimo (del alma) que propicia el hecho de compartir, no la mera voluntad de querer hacerlo vía publicitaria o ideológica. Lo que leemos en el cuento no ha sucedido, sucede porque alguien No identificado lo cuenta así. Los estados del ánimo de los personajes hay que contraponerlos al nuestro como lector, propiciado por el acto de la lectura. No lo he propuesto solo porque se adapta a nuestra vida de zascandil de estar siempre ocupados de aquí para allí, sin un respiro o como si no hubiera un mañana. No. Todo lo que aparece en el cuento esta ahí, como he dicho, porque significa algo de forma intensa, no está ahí por capricho o porque el narrador no tenia otra cosa que decir. Por tanto, el lector tiene que poner en el acto de su lectura la máxima atención para activar toda su memoria del pasado y proyectar toda su capacidad de espera del futuro. Atención, memoria y espera. El tiempo de la poesía y de la vida, opuesto al tiempo del reloj el tiempo de la muerte.

Somos seres simbólicos en tanto en cuanto somos seres de palabra y de razón. Se entienda esto o no, es una verdad que nos constituye desde que nacemos hasta que morimos. Siendo entre estos dos símbolos, palabra y razón, entre los que a parte de su función mecánica e instrumental transcurre la significación de nuestra existencia. La literatura (y el arte en general, la ciencia incluida) es el espacio donde se da el tiempo de la significación, a través de las palabras.


Todo el mundo ha tenido, o ha oído a alguien cercano que la ha tenido (experiencia, distinto de biografía) alguna vez en su vida una conversación, al menos una, con su madre o con su padre o con sus hijos, en la que le han dicho: que ya está bien, que tienes que ser alguien en la vida, que tienes que ser una mujer o un hombre de provecho. Casi todo el cuento, menos la última página va de esto. Es, por tanto, perfectamente reconocible para cualquier lector o lectora del siglo XXI. Hagamos primero memoria de ello, porque es ahí donde interpelan o llaman las palabras del narrador del cuento. Ya sabéis que la vida es eso que sucede cuando no tenemos miedo. ¿En que habría cambiado nuestra lectura si en lugar de el texto que encuentra en el baño, la madre de Walter se hubiera encontrado un relato, pongamos, en contra de la discriminación racial? ¿Por qué no lee algo de Martín Luther King, Malcom X, Angela Davis, Rosa Parker,…?


“El amor debe estar lleno de ira”, así dicen las primeras palabras del texto subrayado por el hijo, que se encuentra la madre tirando en el cuarto de baño. ¿Es una buena forma de hacer el bien o de propagar el mal? No tratéis de explicarlo, sino en la medida de vuestras palabras tratar de decir primero lo ha habéis sentido con lo que ahí dentro sucede y lo que se dice y hace con lo que sucede. Y si no sentís nada entonces, ahora si, explicar porque padecéis esa carencia, que puede tener forma de calamidad o de virtud. La ficción une a la madre y al hijo. Pero una ficción que no es del siglo XIX de la madre, ni del siglo XX del hijo. Es una ficción de un pasado remoto, para afrontar un futuro inmediato.


¿De donde saldrá la verdad de este cuento? No de mirarlo como se miran las células a través de un microscopio en el laboratorio, no a través de la lente de una ideología  o de una religión, no después de la resolución de una ecuación matemática. No. La verdad es este cuento, como la de todos los cuentos y novelas, saldrá, como dice Javier Gomá, del consenso de los lectores, del consenso, digámoslo así,  de su desnuda experiencia lectora con el lenguaje del cuento. Para eso existen, a mi entender, los Club del lectura, ese es su valor fundamental de uso. La creación de consensos sobre esas lecturas. Y sobre esas experiencias que nos dan una promesa de sentido en la vida, que el propio trajín de la vida misma nos niega una y otra vez. Un consenso que es un acorde entre las palabras escritas en el cuento y las palabras habladas de los lectores. Entre la oralidad y la escritura.


jueves, 1 de diciembre de 2022

CONCHA MÉNDEZ


 

HANS MAGNUS ENZENSBERGER


 

ANNE MICHAELS

 


INGER CHRISTENSEN


 

BLUE JAY

Así como otras películas, desde la primera escena no temen ser lo que quieren ser: películas que apelan sin tapujos ni demoras a la emoción básica del espectador, en la película Blue Jay de Alexandre Lehmann, sin embargo, las demoras no se producen a base de tapujos o falsas apariencias. Se producen, a mi entender, a partir de un ejercicio inhabitual de imaginación con el tiempo.

El argumento de representar el reencuentro, muchas años después, con el primer amor de juventud, si fue en el instituto (“insti”) mejor, es un asunto muy querido, debido a su eficiencia narrativa, por el cine y la literatura. El peligro de ello estriba en el proceder mecánico de quien maneja la cámara, a saber, como si volver al tiempo de aquellos años fuera un atributo propio de los seres humanos sin más. Y eso lo da, pienso yo, el hecho de que aquellos años del “insti”, por seguir con esta imagen tan querida, están bendecidos por el espíritu de la época, a saber, con la idea absoluta de que la juventud es eterna además de un divino tesoro incorrupto, como el brazo de Santa Teresa. Por ello los amantes del “insti” que se encuentran de nuevo un día inesperado creen permanecer intactos, como si no hubiera pasado el tiempo, en su proceder como antiguos jóvenes sabelotodo y despreocupados. 


Sin embargo, algo detectan los protagonistas de Blue Jay en su encuentro fortuito en el supermercado de su pueblo natal, Crestline en California, algo que no entienden, que les anima no tanto a recordar de forma mecánica como a representar el recuerdo. Antes muestran sus cartas actuales sobre la mesa de la cafetería, donde han ido a charlar después de la sorpresa del supermercado. Amanda no ha sido madre de sus hijos, sino de los de su marido veinte años mayor que ella, que ahora han abandonado el hogar; está en el pueblo para atender a su hermana embarazada y ella ve su futuro como cuidadora de un marido anciano. John no ha creado una familia, sigue soltero y con un carácter de perros pues dirime sus diferencias profesionales dándole una paliza a su tío; está en el pueblo para hacer algo con la casa de su madre, que acaba de fallecer hace poco. No sabe que hacer con su vida.


Con estos mimbres, van y se ponen manos a la obra. Así representan la continuación de aquella historia del “insti” como si no hubiese pasado el tiempo: una película dentro de otra película, que es lo que el espectador contempla. Dicho de otra manera: prestan durante unas horas toda su atención en el presente a la memoria de un pasado remoto, para en la escena final quedar a la espera, conocidos aquellos mimbres recíprocos, de un futuro diferente a cómo era antes de volver a reencontrarse. Entre medias, ¿qué han aprendido? ¿Que ha aprendido el espectador? Lo que ya he dicho, que no es poco. Juntos hemos aprendido a recordar el pasado, a prestar atención en el presente, a esperar el futuro. En fin, a ver la vida en toda su humana complejidad. Es decir, que para llegar a la felicidad hay atravesar el campo minado del dolor. No está nada mal para unos seres humanos, como todavía somos.