viernes, 27 de noviembre de 2020

DÁMASO ALONSO

 


ADAPTACIÓN O RESIGNACIÓN

Todo depende de nuestra relación con el futuro.

Si no tenemos ninguna relación aceptamos sin más lo que existe, entonces todo nuestro esfuerzo físico e intelectual se vuelca en tratar de entender el presente en toda su plenitud y ambigüedad. O de otra manera, en toda su esencia contradictoria, desordenada, plural, inestable, multilingüe. 


Si, por el contrario, creemos en la existencia de un futuro, que siempre será mejor que el presente y cuya llegada dependerá del concurso de nuestra exclusiva voluntad ideológica, entonces la no llegada de ese futuro, tal y como lo imaginamos, nos meterá de coz y hoz en la resignación más paralizante, de donde supura el resentimiento y el odio más criminales. 

miércoles, 25 de noviembre de 2020

IDA VITALE

 


TARAS MENTALES

 El problema que tienen los deficientes mentales o psíquicos al entrar en un aula y compartir sus actividades con todos para que no haya ninguna diferencia y no haya agravios, es el mismo problema que tenemos los adultos con nuestros compañeros o con nuestros amigos o con los seres queridos. La diferencia estriba en que esas deficiencias psíquicas o mentales son irreparables en el caso de estos niños y de nada vale, por tanto, juntarlos en su apego, eliminando las condiciones de posibilidad de que alguno de los otros niños quiera iniciar un camino de abertura al mundo, sin embargo, en el caso de los adultos con los que convivimos pueden ser superadas si quisiéramos. El hecho empírico es que como no queremos, al final estás conviviendo con tipos de acusadas taras mentales.

Esto es que nos preocupamos de los efectos de nuestras conductas materiales sobre el cambio climático, pero damos la espalda a su correlato no visible, a saber, las taras mentales o imaginativas que hay detrás de esas conductas y que tienen su explicación en la contaminación del alma de los contaminadores del clima.

viernes, 6 de noviembre de 2020

ANTIDISTURBIOS 2

 Hay por parte del director Sorogoyen una ruptura deliberada de la unidad de espacio, tiempo y acción, que deriva la narración hacia eso que se conoce en arte contemporáneo como un artefacto conceptual al que se accede, según los entendidos, con el cerebro y nunca con el corazón. Como no hay encuentro posible en el alma (me parece que la narración no está concebida desde ahí por su autor), ese lugar común donde director y espectador pueden conversar en el mismo nivel creativo, al espectador solo le queda tratar con lo que ve como algo ajeno a su íntima experiencia, a la espera de furtivas coincidencias visuales que la genialidad (voluntad de poder) del director haya construido y que el cerebro del espectador así las acepte.

Vale decir que el director si pretende contar lo de siempre de otra manera, dentro de este género narrativo que ha elegido, lo que el espectador percibe, sin embargo, es que la nueva claridad que debería  acompañar a aquella nueva manera de contar no acaba de aparecer. Lo que si aparece es, más bien, un tipo de oscuridad ya conocida desde hace más de cien años que, al fin y a la postre, se acaba apoderando de todo el relato. Más intensa, si cabe, al servir de telón de fondo de esas escenas estelares, como la primera del desahucio, ya mencionada, y la carga contra los ultras del futbol, que aparece en el capítulo quinto.

lunes, 2 de noviembre de 2020

JOHN ASHBERY

 


LOS NERDS

 Dicen los filósofos más académicos que la Autoafirmación moderna es una respuesta al anti humanismo más despiadado y humillante que promovió el Absolutismo Teológico a partir del siglo XIV: potencia absoluta de Dios, que se desentiende de forma absoluta de su obra. Lo que provoca un mecanismo de producción de diferencias sin que ninguna tenga relación con la anterior, lo que, paradójicamente, es el precedente o matriz laica del consumismo moderno, que prescinde del Dios Creador en justa correspondencia con su abandono anterior.

Dicen por ahí que los niños y adolescentes de la era digital, es decir los nuevos nerds del cuarentañismo democrático, se han convertido en la época de pandemia en el foco de contagio principal. ¿que padre o que profesor les van a parar los pies a este enjambre vírico?


También hay quien no se calla y lo larga a los cuatro vientos, a saber, que para matar su aburrimiento generacional los nerds tienen ahora por fin un obstáculo, después de tantos años sin dificultades con todo dado en la mesa y en la tarjeta de crédito y el móvil, tienen  un nuevo divertimento, a saber, burlar al virus o contagiarse con el virus y contagiar a todos los demás. En fin, tienen un nuevo juego de rol. Gran golpe a la línea de flotación de la nueva clase media, es decir, en sus vástagos y en sus alumnos.


Me quiere usted decir que yo, que soy un nerd fundacional en la era democrática, es decir, que llevo cincuenta años autoafirmándome en cada momento y en cada lugar con cada cosa que hago y con cada persona con la que trato (amigos, mujer e hijos incluidos) para garantizar mi autoconservación en esta sociedad de intereses encontrados (por decirlo suave), me meta en ese corral en el que, dice usted, que libre de la lógica abstracta de las ideas y del postureo académico y erudito, puedo desarrollar junto con el autor en cuestión y los demás espectadores o lectores que allí comparezcan, la lógica poética, es decir, pueda dialogar de tu a tu en el mismo nivel creativo.