lunes, 2 de noviembre de 2020

LOS NERDS

 Dicen los filósofos más académicos que la Autoafirmación moderna es una respuesta al anti humanismo más despiadado y humillante que promovió el Absolutismo Teológico a partir del siglo XIV: potencia absoluta de Dios, que se desentiende de forma absoluta de su obra. Lo que provoca un mecanismo de producción de diferencias sin que ninguna tenga relación con la anterior, lo que, paradójicamente, es el precedente o matriz laica del consumismo moderno, que prescinde del Dios Creador en justa correspondencia con su abandono anterior.

Dicen por ahí que los niños y adolescentes de la era digital, es decir los nuevos nerds del cuarentañismo democrático, se han convertido en la época de pandemia en el foco de contagio principal. ¿que padre o que profesor les van a parar los pies a este enjambre vírico?


También hay quien no se calla y lo larga a los cuatro vientos, a saber, que para matar su aburrimiento generacional los nerds tienen ahora por fin un obstáculo, después de tantos años sin dificultades con todo dado en la mesa y en la tarjeta de crédito y el móvil, tienen  un nuevo divertimento, a saber, burlar al virus o contagiarse con el virus y contagiar a todos los demás. En fin, tienen un nuevo juego de rol. Gran golpe a la línea de flotación de la nueva clase media, es decir, en sus vástagos y en sus alumnos.


Me quiere usted decir que yo, que soy un nerd fundacional en la era democrática, es decir, que llevo cincuenta años autoafirmándome en cada momento y en cada lugar con cada cosa que hago y con cada persona con la que trato (amigos, mujer e hijos incluidos) para garantizar mi autoconservación en esta sociedad de intereses encontrados (por decirlo suave), me meta en ese corral en el que, dice usted, que libre de la lógica abstracta de las ideas y del postureo académico y erudito, puedo desarrollar junto con el autor en cuestión y los demás espectadores o lectores que allí comparezcan, la lógica poética, es decir, pueda dialogar de tu a tu en el mismo nivel creativo.