Es incorrecto, incluso injusto, decir que hoy las personas no escriben. Lo hacen más que nunca, en correspondencia con las habilidades que le otorgan su plena alfabetización y su permanente conexión a Internet y las redes sociales. La cuestión a dilucidar es quién dice las palabras que se utilizan al escribir, a quien se le dicen y para qué las dicen. Pararte un momento a reflexionar sobre esas preguntas te coloca en la frontera que separa el escribir (o el leer) para ganarte la vida (en lo que entra tanto el tiempo de ocio como el del negocio) y ganarte tu vida, que es lo que aparece, o que se desoculta, cuando te desprendes de esa forma de escribir (o leer) puesta a servicio del rendimiento y del beneficio, ya sea en tu tiempo de ocio como en el de tu negocio.