La soledad y el silencio no son una idea ni siquiera un estado de ánimo, son, como la figura de Dios de donde proceden, un mismo lugar para pensar.
1¿Matar a un gilipollas es lo mismo que matar a un ruiseñor? Si fuera así te diría: no lo dudes, dispara, ya que todo valdría igual. Sin embargo, pienso que todavía no hay motivo suficientee para tal enajenación. Mejor, por tanto, que camines con libro y sin revolver. Pues como dice Fernández Santos, en el Oeste americano - y por qué no en el oeste europeo por donde andas - siempre que desenfundes, forastero, es para tirar a matar. Semejante paciencia o limitación harán que, al final de tu camino, el ruiseñor que anida en tu alma aparezca para que os extendáis juntos. Capturar la luz, entonces, ¿se parecerá a la lucidez que proporciona esta segunda "inocencia"?
2Última visita en Frankfurt: la casa natal de Goethe. Aquí si pude presentar mi acreditación de lector. En la soledad y el silencio del camino adquiere su plena significación la cita del bardo alemán: limitarse es extenderse.
3La soledad y el silencio te harán más sabio. El problema está en las comunidades establecidas de la sociedad donde vivimos, que no aceptan formas de ser tipo 3.S (silenciosos, solitarios, sabios). Habrá que hacer algo, si no queremos que nos roben para siempre las palabras.
4Los del Banco Centra Euoripeo no me dejaron subir a lo alto de la soledad de su torre de marfil en Frankfurt, pues no tenía la acreditación monetaria pertinente.
5La obscuridad no es lo opuesto a la luz, sino a una extraña y muda soledad. Supongo que así he alcanzado a comprender que la luz es una forma de comunicación con los otros y entre los otros. Si ello acontece, lo hace en los claros del bosque que nos rodea, que entonces, si cabe, se convierte en más espeso todavía.