martes, 19 de junio de 2018

GEORGE SAUNDERS

“Las almas perdidas poseen una cualidad: la de introducirse en el interior de otras personas (lo harán con el presidente) para intentar forzar una situación (en este caso, que haga lo que debe hacer, se despida del hijo, asuma su muerte y su pena, y le ayude a marchar del Bardo). Con todo ello, Saunders redondea esta soberbia obra de imaginería que, como el lector supondrá, no se agota en sí misma sino todo lo contrario, y de la que este comentario crítico es un pálido reflejo. Por último, señalar que el relato se mueve exclusivamente por las voces de las almas, los pensamientos de Lincoln y la voz del vigilante vivo del cementerio (Manders) y las citas históricas; no hay narrador ni nada semejante; ya Faulkner utilizó este modo narrativo de hacer desaparecer al narrador (y al autor) tras los personajes.”