viernes, 23 de septiembre de 2016
PERSONAS COMPLEJAS, PERO LECTORES LINEALES
Les dejo este artículo de Enrique Vila-Matas que apunta al alma y al cerebro que todos ocultamos debajo del cuerpo y del cráneo. Donde nos advierte, que eso de protegernos con la amable coraza del lector lineal (ese lector que tiene aversión al mundo narrativo que protagonizan las frases subordinadas), no nos evita la presencia y el empuje de nuestras contradicciones. Y que si nos empeñamos en no ser nada más que eso: lectores lineales y campechanos, buena gente, pegados, como la uña a la carne, a unos tipos muy complicados, acabaremos, al tener prisa por querer entenderlo todo y con un solo golpe de ojo, por no entender nada. Ni que nadie nos entienda. Sin que por ello vayamos a dejar de seguir hablando, me temo, ni un solo instante, que, sospecho, es lo único que nos importa. De acuerdo. Pero que no se diga que, así como así, nos damos por vencidos.