sábado, 3 de septiembre de 2016

MIRAR O MEDIR. UNA ANÉCDOTA

Días antes de comenzar el curso escolar, unos padres y su hija pequeña caminan de noche por el campo. La hija se para, mira la luna y pregunta: “¿qué está mas lejos, la luna o Cuenca?” Los padres responden irritados: “¿Tú ves Cuenca?”.

Ante la pregunta infantil desconcertante, la irritada respuesta adulta, ¿en qué medida hace a este hombre y esta mujer unos "buenos" padres? ¿O bajo el enfoque de qué mirada, este padre y esa madre son unos "buenos" seres humanos? ¿O es al revés? 

Sea como fuere, ¿por qué se irritan? 
¿Da para tanto la pregunta de la niña, hasta el punto de que los padre se pongan así? Si es que no, convengamos que la pregunta de la niña es propia de su edad. Pero si es que si, quienes la escuchan, ¿se irritan como padres o como personas? Es decir, ¿se irritan consigo mismos por qué a su hija no le están enseñando a mirar el sentido del mundo? ¿O se irritan por qué a su hija no le están enseñando en la escuela a medir en los mapas del planeta? ¿O es al revés?