miércoles, 18 de marzo de 2020

DURACIÓN

Por años que un autor haya podido emplear en escribir una novela, ésta, una vez concluida, tiene su propio reloj interno, que prescribe un determinado margen de tiempo para su lectura. Sobrepasado ese margen, sin duda flexible, la lectura queda invalidada, al menos en buena medida. Por supuesto que ese margen varía muy notablemente dependiendo de la novela, de su extensión, de su clima, de su complejidad, de su intensidad, etc. Pero, insisto: sobrepasado ese margen, lo que uno ha leído deja de ser, por así decirlo, una experiencia compartible.”