"Quiero ser rubia platino como ella, eso lo sé, es lo único que sé, es lo que quiero ser. ¿Recuerdas aquella película que vimos el martes? ¿Recuerdas el desparpajo que tenía al andar, sola, con el bolso en bandolera, como si fuera la primera diosa que existía en el mundo? ¿Recuerdas como la miraban quienes se cruzaban con ella, adorándola? Estoy convencida de que toda esa fascinación que despertaba a su paso, era por ser una rubia platino. Querida, siempre hay una primera vez."
Apagó el teléfono. Luego, al bajar del autobús, me rozó el brazo con su bolso sin darse cuenta. La miré con detenimiento. Iba vestida de negro, pero su cabeza era una sola luz.