miércoles, 22 de diciembre de 2021
LA INTEMPERIE
Según Josep María Esquirol no somos seres expulsados del paraíso, sino seres pertenecientes por naturaleza propia a lo que él llama el ámbito de la intemperie. La primera concepción del mundo explica nuestra necesidad de proyectarnos sobre él, tener siempre a mano la idea de un proyecto, que nos devuelva a donde creemos que nos expulsaron injustificadamente, pues nos lo merecemos, aquí el cuidado se ha convertido es un asunto sanitario o se salud publica dependiente de los presupuestos del Estado. Mientras que la segunda concepción derrota para siempre nuestra inocencia y nos da, a cambio, la fuerza de la resistencia como la única manera de aprender a ser y aprender a hacer en la intemperie del mundo, aquí el cuidado es algo ontológico o inherente al hecho del ser humano y estar vivo, no necesita la subvención de los presupuestos del Estado. La idea de paraíso y de proyecto nos hace a imagen de Dios, pequeños dioses cortesanos (hágase la luz y la luz se hizo, hágase el coche y el coche se hizo, tráiganme la luna y dócilmente la luna vino). Dios y Yo forman parte, si nos fijamos, de la misma tradición de ese campo semántico arrogante y sabelotodo. Dios y Yo son primos hermanos. Pero es que no hay proyectos para todos en el paraíso, lo cual supone que una gran mayoría tiene muchas posibilidades de convertir en un problema sanitario o de salud pública. Mientras que la idea de resistencia nos sitúa en nuestra verdadera condición de seres humanos mortales e imperfectos: mira, mira asómbrate una vez más de como sale el sol hoy por el horizonte, escucha, escucha lo que dicen hoy las palabras de este amigo del alma que está a tu lado. Mirar y escuchar, escuchar y mirar también forman parte inherente de esa tradición que tiene todo acto creativo en el origen. El problema surgió cuando nadie le dijo a Adan: mira mira, o escucha escucha ante el asombro del mundo creado por Dios, ¿tal vez se lo dijo Eva y ni Dios ni Adan le hicieron caso? Puede. El “saber hacer humano” (técnica) dejará de hacernos daño, es decir, dejará de hacernos creer que somos pequeños dioses cortesanos y que nos merecemos el paraíso, si lo aprendemos junto a la humanidad que se desprende del “saber ser humano” (cuidado). El mundo se hace verdaderamente mundo humano cuando alguien lo mira y lo escucha, pero cuando se le ignora, es decir, cuando ni se le mira ni se le escucha, ¿que hace el mundo con nosotros? ¿Podemos seguir llamando mundo al mundo y a yo y a tu nosotros?
***
Como mejor se comprende lo anterior es saliendo a caminar con frecuencia en compañía, pues la naturaleza y el otro inspiran de manera inigualable una forma de andar por la vida. Caminamos solos pero también podemos ir de la mano, podemos ir ensimismados con nuestras obsesiones pero sin perder de vista la compañía de al lado, así, paso a paso, tenemos la oportunidad de abrazarnos en nuestra soledad, no a ella.
***
Si quieres pensar mira hacia el cielo, decía Ptolomeo. Mientras caminemos, miremos y escuchemos las fuerzas del universo físico que solo vemos en algunas de sus manifestaciones, más que ver las medimos, por ejemplo, la gravedad. Ya que al medirla creemos que la comprendemos y, acto seguido, la podemos dominar.
miércoles, 1 de diciembre de 2021
martes, 30 de noviembre de 2021
sábado, 27 de noviembre de 2021
miércoles, 24 de noviembre de 2021
LA FISURA
El ensayo de Francis Scott Fitzgerald, titulado La fisura, arranca así: “Toda vida es, desde luego, un proceso de demolición”. No dice humillación, ni desintegración, dice demolición.
Unas lineas después de la primera de su texto, Scott Fitzgerald escribe:
“La marca de una inteligencia de primer plano, democrática, es su capacidad para concentrarse en dos ideas contradictorias sin perder la posibilidad de funcionar. Por ejemplo, deberíamos poder comprender que las cosas carecen de esperanza, y no obstante estar resueltos a cambiarlas”.
Más político (relativo a la polis, no al profesional del poder), “Toda vida es un proceso de imaginación”, lo diría Manuel Arias Maldonado.
lunes, 22 de noviembre de 2021
SACRIFICIO
La coordinadora de la tertulia de cine advirtió a los asistentes habituales al presentar la película Sacrificio, de Andrei Tarkovski, que estábamos ante un reto. Un reto inusual, apostilló Telmo desde el encuadre de la pantalla de su ordenador. Valga recordar que esta tertulia nació en tiempo de pandemia, es, por tanto, on line y ahí sigue fiel a ese nuevo formato a pesar de que las restricciones pandémicas se han ido reduciendo con el paso de los meses. Como era previsible, tampoco Telmo imaginó que pudiera ser de otra manera, los asistentes a la tertulia de cine descubrieron, sin ser del todo o casi nada conscientes, que el reto inusual era dilucidar la diferencia que hay entre imagen-movimiento e imagen- tiempo, tal y como propuso tímidamente Telmo en su primera intervención. La coordinadora, fiel a su responsabilidad dentro de aquel espacio, quiso averiguar de donde venía semejante dualidad. Telmo le contestó que según sus lecturas, más bien de carácter informativo que reflexivas, el origen es de carácter filosófico por una lado (mencionó a Henry Bergson como el pensador más influyente en este desplazamiento de la imagen dentro de la historia cine) y también de carácter propiamente cinematográfico (cuando después de la Segunda Guerra Mundial las sensaciones sensoriomotrices dan paso, con el neorrealismo, a situaciones ópticas y sonoras puras).
De forma resumida, Telmo leyó a sus contertulios las notas que había tomado al respecto, dejando claro que el mismo no acababa de entender mucho lo que había copiado, aunque intuía el fondo de verdad que arrastraban tales palabras en su enunciación. Por eso lo hacía, a ver si los tertulianos del momento se sentían, igual que él, interpelados o llamados por ese poso de verdad que ocultaban aquellas palabras. El tiempo, leyó Telmo en voz alta sus anotaciones, deja de ser el número o la medida del movimiento, es decir, una representación indirecta, y el movimiento no es ahora sino la consecuencia de una presentación directa del tiempo: por eso mismo es un falso movimiento, algo así como un falso empalme. El falso empalme es un ejemplo de "corte irracional". Y, mientras que el cine del movimiento efectúa encadenamientos de imágenes por cortes racionales, el cine del tiempo procede a reencadenamientos sobre corte irracional (especialmente entre la imagen sonora y la imagen visual).
Telmo se dio cuenta de inmediato que ese fondo de verdad que, a su entender, tenían las anotaciones que había leído en voz alta a sus amigos de taberna no había sido en balde, dada la expresividad que mostraron los rostros una vez concluida la lectura. Aunque también percibió que los minutos siguientes de la tertulia iban a consistir precisamente en eso, en rasgar ese velo de falsedad que a todos parcialmente les cubría.
Fue entonces cuando una de las asistentes contó una experiencia personal, para tratar de desencallar la conversación. Contó que uno de los temores más recurrentes, en los años siguientes a tener a su hijo, fue que lo pudiera perder de manera irreversible. Después contó con más detalles esas experiencias e, incluso, otra de las asistentes también reconoció que a ella le pasó lo mismo con sus dos hijos. Telmo prestó sobre todo atención a los primeros minutos del relato, donde, a su entender, aparecía con nitidez lo que había leído a sus contertulios, a saber, eso que trajo el neorrealismo de situaciones ópticas y sonoras puras, vinculando esa novedad al protagonismo de la imagen tiempo en detrimento de la imagen movimiento que pasaba a ser subsidiaria de la primera. Ahora si, quedaba más claro para Telmo, aunque fuera por descarte, que ante una situación tal, en la desaparición de un niño lo que ha prevalecido en la representación cinematográfica, mil veces vista, es su búsqueda agónica: Imagen movimiento
viernes, 19 de noviembre de 2021
HACERSE ADULTO
Fue, más o menos , al cumplir mis 40 años cuando empecé a notar que los de mi generación, los baby boomer, no querían seguir cumpliendo años. Por ejemplo, por decirlo así, que cuando cumplieron 41 ellos decían, bendecidos de repente por un extraño rapto juvenil, que cumplían 39, que al año siguiente cuando llegaban los 42 ellos más juveniles y más extraños todavía cumplían 38, y en este plan hasta los 20 que es la edad mágica donde la juventud, y por extensión la humanidad, se hace eterna, perfecta e ilimitada. Valga decir entonces que los de mi generación no han querido hacerse adultos. Ellos, chulitos, dicen que no estan dispuestos a envejecer y se ponen a ello, aunque yo les advierto que es inútil oponerse a la naturaleza, algo que algunos entienden pero ninguno comprende. No sé si se ha fijado en eso. Si no es así le invito a que lo haga con los adultos y adultas que le hayan tocado en suerte, no para que siga su ejemplo juvenil sino todo lo contrario. Fíjese, sobre todo, en como hablan y como usan el lenguaje en las conversaciones cotidianas. En que cuentan con lo que dicen.
Hacerse adulto no es otra cosa que reconocer sin aspavientos nuestra naturaleza mortal, imperfecta y limitada. Eso quiero decir que formamos parte de Algo que es más grande que nosotros, llámase como se llame ese Algo, y que razonemos como razonemos nunca podremos comprenderlo del todo. Lógica Misteriosa (de eso estamos hechos los humanos). Es decir, ni cada una de las partes ni su suma alcanzarán nunca a entender al Todo (lógica), así que necesitamos a nuestros ¡pares del alma! para saber cual es nuestro lugar en el mundo (misterio), que es la única misión que tenemos al nacer. El otro gran descubrimiento al hacerse adulto: venimos al mundo para saber cual es nuestro lugar en el mundo, con los otros y entre los otros. Eso es todo. Es decir, ese lugar desde donde miramos y donde nos miran los otros, desde donde hablamos y desde donde escuchamos a los otros. Teniendo en cuanta que el mirar adulto es prestar atención a lo que vemos y el escuchar adulto es prestar atención a lo que oímos, Justo lo contrario del mirar y escuchar veinteañero de los adultos de mi generación.
miércoles, 17 de noviembre de 2021
viernes, 12 de noviembre de 2021
AMALIA BAUTISTA
“El dolor no humaniza, no ennoblece,
no nos hace mejores ni nos salva,nada lo justifica ni lo anula.
El dolor no perdona ni inmuniza,
no fortalece o dulcifica el alma,
no crea nada y nada lo destruye.
El dolor siempre existe y siempre vuelve,
ninguno de sus actos es el último
y todos pueden ser definitivos.
El dolor más horrible siempre puede
ser más intenso aún y ser eterno.
Siempre va acompañado por el miedo
y los dos se alimentan uno a otro.”
miércoles, 10 de noviembre de 2021
martes, 9 de noviembre de 2021
lunes, 8 de noviembre de 2021
IMPULSO CRIMINAL
Si las primeras escenas de la película Impulso Criminal, de Richard Fleischer, sacan al espectador del mundo que han heredado sus protagonistas Judd Steiner y Arthur Straus, que no es otro que el de la burguesía religiosa bien pensante, mediante sus impulsos criminales, en la última escena lo vuelven a incorporar mediante el discurso de Jonathan Wilk. Todavía el mundo se puede sobreponer a los peores fantasmas de algunos de sus habitantes. Amor contra Inteligencia Superior ha sido el combate al que hemos asistido. Quizá Amor suene demasiado a la mojigatería vaticana e inteligencia superior al revolucionario que viene, según su ideología, a liberar al mundo de semejante castigo milenario. Pero, ¿se debe mirar así? ¿Es la propuesta de Fleischer ejemplarizante en el mundo actual?
Los espectadores bien pensantes laicos actuales, los que creen en eso de la inteligencia superior para entendernos, ven con malos ojos que Steiner y Straus mezclen a Nietzsche en sus andanzas asesinas. Lo que no acaban de aceptar, piensa el espectador Telmo más próximo a la evolución del alma del abogado Jonathan Wilk, es que ese concepto del superhombre, fruto de la imaginación del filósofo alemán, ha acabado formando parte de la herencia cultural occidental hasta hacerse viral, diría hoy un influencer, aunque cada cual lo use como si fuera propiedad individual. O dicho de otra manera, los espectadores bien pensantes laicos han heredado la tradición del concepto de Dios, que cada cual, a su vez, lo ha transformado o maquillado durante los últimos doscientos años tantas veces como lo ha considerado necesario. Téngase en cuenta como ejemplo de la película a la familia Straus. Por lo tanto, Arthur Straus, el vástago mimado de esta, devuelve a la sociedad de forma indubitativa lo que le prestaron sus padres fieles seguidores de Dios, aunque con la impronta propia del uso que de ese préstamo ha hecho el mismo, ahora fiel seguidor de la inteligencia superior del superhombre nietzchiano. Al entender de Telmo es difícil imaginar a Straus y Steiner de otra forma que no sea eternamente jóvenes y asesinos. De hecho, la cadena perpetua es el peor castigo que pueden infringirles. Es por ello que el discurso final de Wilk tiene ese doble significado. Por un lado, restituye la dignidad en el seno de la humanidad contra la violencia del Estado, pero por otro devuelve el concepto de paso del tiempo a la existencia humana.
Escribe Alejandro Gándara: El tiempo es un sentimiento: no es una abstracción, una noción, un concepto. Es el sentimiento de que algo se ha perdido, de algo que pudo haber sido y no fue, de que algo se quiso y no se pudo tener, de algo que ya no será, de que no se puede volver atrás, esa irreversibilidad melancólica. Es un sentimiento que además se muestra a los sentidos.
domingo, 7 de noviembre de 2021
viernes, 5 de noviembre de 2021
TONINO GUERRA
No sé lo que es una casa.
¿Es un abrigo?¿o un paraguas si llueve?
La he llenado con botellas,
harapos, patos de madera,
cortinas, abanicos.
Parece que no quiero abandonarla nunca,
entonces, se vuelve una jaula
que encarcela a quienquiera
que pase por ella.
Incluso a un pájaro como tú,
manchado de nieve.
Pero lo que nos dijimos
es tan ligero que no puede ser
retenido en el interior.
martes, 2 de noviembre de 2021
HERENCIA Y VEJEZ
HERENCIA
Escribe Agustin Fernández Mallo que la idea de herencia, y por lo tanto de estirpe y todo lo que eso implica, viene de tomar conciencia de un hecho que, bien pensado es extraño, muy loco: absolutamente todo lo que mediante tu trabajo has obtenido en vida es transitorio, prestado, no es tuyo, finalmente tendrás que devolverlo. Eso incluye naturalmente a los libros que has escrito y leído.
VEJEZ
El otro día hablando con la madre de mi amigo de 94 años, me di cuenta de pronto que la vejez no existe, ni para ella ni para nadie. El motivo es simple: es imposible envejecer en un mundo como el actual en el que por definición siempre se es joven.
COROLARIO INQUIETANTE
¿Cómo se trasmite la herencia del pasado en un mundo que siempre es joven, que solo quiere verse como joven autorrealizdo y autocomplaciente? Es decir, un mundo que piensa de sí mismo que la edad de sus miembros más provectos es, según su conveniencia, la misma que la de sus hijos o nietos. A veces tirando a mas niños a veces girando a más adolescentes. ¿Es imaginable la transmisión de la herencia del paso del tiempo dentro de tal cosmovisión de los pocos años? ¿Qué herencia si todos viven en un presente eterno?
lunes, 1 de noviembre de 2021
ARIADNA DEGENOVER
Al baile del borde voy y vuelvo
viernes, 29 de octubre de 2021
jueves, 28 de octubre de 2021
LA OLA
Después de verla tres veces y darle unas cuantas vueltas a lo que visto, quitando y poniendo los velos de la falsedad que siempre me acompañan en estos menesteres, tengo la impresión que la película “La ola”, del director Denis Gansel, es la historia de un doble fracaso. También una severa advertencia, siendo esta última, a mi entender, el principal mérito de la película. Recordemos en otro registro narrativo la película “Cuidado con los niños”, recientemente comentada en la taberna, que apunta en una similar dirección.
Por el lado más general “La ola” representa el fracaso de la educación en las sociedades democráticas más avanzadas, nórdicas y centro europeas para entendernos. Y por el lado más particular, el propio de la película, es el fracaso de quienes hacen posible el anterior, Rainer Wenger en nuestro caso, que son todos esos docentes, demasiados, que piensan, entre otras lindezas, que son más inteligentes que sus compañeros (Wenger confiesa a la directora del instituto que está más preparado que su colega ya que asistió durante sus años de anarquista en Berlín a todas las manifestaciones del Primero de Mayo; si recuerdan en “Cuidado con los niños”, igualmente, un docente confiesa su superioridad intelectual en un claustro de profesores).
Para estos profesores la educación en las sociedades democráticas es una cuestión excluyente y exclusiva de la ideología de izquierdas o progresista en que ellos militan, por utilizar la jerga al uso, y no algo que forma parte de la tradición del pensamiento occidental, pues todas las sociedades desde los griegos hasta hoy han tenido a la educación como eje vertebrador de su organización y funcionamiento, según el paradigma vigente en cada época.
La advertencia, por tanto, es que la educación en las sociedades democráticas es demasiado importante para dejarla solo en manos y el cerebro de esos docentes y sus pintorescos experimentos. No es una cuestión de expertos o técnicos, ni de ideologías progresistas o carcas, sino algo inherente o íntimo de nuestra propia humanidad (lo que nos hace humanos) que es constante en el tiempo y universal en el espacio. Piensen en la diferencia que hay entre apuntarse a una ideología o pensar dentro de la tradición del pensamiento occidental. Piensen en la diferencia que hay entre ideología y pensamiento.
Sinopsis de la película: En una semana de proyectos que tiene como objetivo enseñar los beneficios de la democracia un profesor que debe explicar qué es una autocracia decide realizar un experimento en la clase. En este experimento desea demostrar que la dictadura puede reaparecer en cualquier democracia.
¿Que tiene que ver el objetivo del instituto con el experimento del docente?, le preguntaría al profesor Wenger. Como buen anarquista solo mira hacia adelante, importándole un carajo la tradición del pensamiento occidental que ha heredado. Le gusta mas vestirse con pantalones de apocalíptico (hay que acabar con todo vestigio del pasado en beneficio de la gloria del futuro) y camiseta de adanista (el mundo empezó el día que el nació). No será porque no se lo recuerdan el profe carca (al entender de Roser), al principio de la peli, y su mujer, profesora también del instituto, cuando empieza a perder el control sobre su experimento. Aunque como compensación recibe el apoyo incondicional de la directora del centro, y es que los anarquistas de hoy son así de jerárquicos (?).
La educación democrática no necesita experimentos con pólvora, que tarde o temprano estallan en los morros de quienes los manejan, ni es propiedad de la izquierda ni de la derecha, es un asunto, como ya he dicho, de la íntima humanidad de todos los ciudadanos piensen como piensen y vivan donde vivan. Solo necesita ser comprendida en ese significado profundo por sus protagonistas. Empezando por los docentes y alumnos y acabando por los progenitores y el resto de la comunidad. En eso consiste enseñar hoy en un instituto los beneficios de la democracia. Sin aspavientos vanguardistas, ni puestas en escena coloristas y mediáticas.
Dicho lo anterior de una manera más simbólica, que es como está construida La Ola, para evitar la tentación de comprenderla de manera literal o como una noticia más de gran impacto periodístico o mediático.
Como en todo viaje la educación, y por extensión la vida misma, lo primero que hacemos es entender (ese proceder mecánico del cerebro que nos “robotiza” durante el día, mas ahora en la era digital) el trajín de la información que producimos y que intercambiamos con la que producen los otros. O también, como dice Víctor Gómez Pin: la inteligencia lingüística se ha dado en ese ser vivo que es el hombre, pero no cabría decir que la vida es una condición necesaria de la inteligencia. Solo al acabar la jornada podemos tratar de comprender lo entendido al ser recordado (ese proceder imaginativo del alma o de la conciencia que nos humaniza al anochecer). La experiencia pura de cada día, ya sea en el aula, con la familia, con los amigos, etc, nos conmueve o nos deja indiferentes, es decir la entendemos, pero todavía no forma parte de nosotros, es decir no la comprendemos. Hasta que no empiece a ser una visión confusa o fantasmal de la memoria, del sueño o de la imaginación lo vivido se escurre entre los dedos y corre el peligro de desembocar en el mar del olvido o en el de las obsesiones. Ambos mares sin tierra a la vista. O sea, que corremos el peligro de convertirnos en eternos náufragos. Tal es el sentimiento que embarga a los alumnos del ínclito profesor Wenger, después del pistoletazo final con que acaba su experimento. Lo han entendido todo, pero no han comprendido nada.
En fin, que sí, que la dictadura ha reaparecido en la democracia, pero no ha sido un dictador tradicional de derechas quien la ha introducido, sino el ayer “honorable” anarquista berlinés Rainer Wenger, hoy un profesor del montón en un instituto cualquiera de provincias, que por su experiencia de ayer se creía hoy inmunizado contra semejante barbarie.
miércoles, 27 de octubre de 2021
lunes, 25 de octubre de 2021
jueves, 21 de octubre de 2021
APOCALIPSIS Y ADANISMO
Parece que el hecho de que constantemente se esté anunciando el fin de algo que uno ve por todas partes, sea un correlato de que constantemente se esté anunciando el nacimiento de uno mismo en indudable coincidencia simultánea con el del mundo.
Parece que este dualidad, otra más, apocalipsis y adanismo están marcando el signo de estos tiempos agónicos y egotistas o de narcisismo extremo.
martes, 19 de octubre de 2021
PHILIP LARKIN
PASOS TRISTES
domingo, 17 de octubre de 2021
viernes, 15 de octubre de 2021
jueves, 14 de octubre de 2021
ENTENDER Y COMPRENDER
Como en todo viaje la vida, y esta lo es desde el primer segundo, lo primero que hacemos es entender (ese proceder mecánico del cerebro que nos robotiza durante el día trajinando con la información que producimos y que producen los otros), para que te den el biberón, para poder llegar de casa al colegio, para ganarte un salario, para poder mandar, para aprender a obedecer. En fin.
Solo al acabar la jornada podemos tratar de comprender lo entendido al ser recordado (ese proceder imaginativo del alma o la conciencia que nos humaniza al anochecer)
La experiencia pura de cada día , bien sea en el trabajo, la familia, los amigos, etc, nos conmueve o nos deja indiferentes, es decir la entendemos, pero todavía no forma parte de nosotros, es decir no la comprendemos.
Hasta que no es una visión de la memoria, del sueño o de la imaginación lo vivido se escurre entre los dedos y corre el peligro de desembocar en el océano del olvido o en el de las obsesiones. Ambos océanos sin orilla. O sea, que corremos el peligro de convertirnos en eternos náufragos.
miércoles, 13 de octubre de 2021
CONFIANZA Y HOSTILIDAD
La Filosofía lleva implícita la palabra amor, amor a la sabiduría. En ese sentido original todos somos potencialmente filósofos y filósofas. Todos somos capaces de amar.
Sin embargo, hay personas que confían y se abren a la vida, y personas que ven la vida con total hostilidad y se encierran en una coraza dándole la espalda.
Aun así, aunque la percepción mayoritaria sea la segunda, ¿todavía es lícito afirmar sin sonrojarnos, en la época del capitalismo digital, volcánico y pandémico en que vivimos, que estas dos actitudes son realmente existentes y se corresponden, o son un correlato, del amor que profesan las personas sabias o de los intereses variopintos en que militan las personas hostiles o desconfiadas?
En fin, ¿todavía podemos aprender a saber cual es el lugar de nuestra alma en el mundo que hemos heredado, aunque la vida del cuerpo que nos han dado se encuentre casi siempre emboscada por las trampas de nuestros intereses y de los ajenos?
viernes, 8 de octubre de 2021
CESAR VALLEJO
Este es, trabajadores, aquel
que en la labor sudaba para afuera,que suda hoy para adentro su secreción de sangre rehusada!
Fundidor del cañón, que sabe cuántas zarpas son acero,
tejedor que conoce los hilos positivos de sus venas,
albañil de pirámides,
constructor de descensos por columnas
serenas, por fracasos triunfales,
parado individual entre treinta millones de parados,
andante en multitud (…)
EDGAR ALLAN POE
¿Cómo rasgar un día
de aquella jaula hermética
el sello azul y al cielo interminable
salir donde los astros son ya música
y el cuerpo sombra vagarosa y leve?
miércoles, 6 de octubre de 2021
FELICIDAD Y VERDAD
Siempre vivimos desgarrados entre vivir bien o ser sabios. Entre alcanzar la felicidad o poseer la verdad. Puestos a elegir la mayoría de las veces, por no decir todas, optamos por la felicidad en detrimento de la verdad, tratando de disimular la elección lo mejor posible, para que no nos digan que somos tontos. Por eso nos da tanto miedo reconocer que lo propio y apropiado de la vida humana transcurre entre un “No saber contingente” y el “No saber nunca”. No se nos pasa por la cabeza, y menos por el corazón, que felicidad y verdad , verdad y felicidad, habitan ahí, entre esos dos No Saberes. Y eso es porque nos resistimos a aprender el lenguaje (ser humano significa, entre otras cosa, ser de palabra) que las articule (religar, de religare), el cual no se aprende en ninguna escuela de idiomas. Un lenguaje que nos posibilite entender que felicidad y verdad, verdad y felicidad son dos caras de la misma moneda, la vida misma, verdadera escuela de aprendizaje. Y que lo demás es publicidad y propaganda de los predicadores de siempre. Que no son otros que los predicadores de la felicidad o los de la verdad, compitiendo encarnizadamente por separado, cada cual tratando de sacar el máximo beneficio para su negocio, a cuenta del desgarramiento ajeno.
martes, 28 de septiembre de 2021
TRAS LA FÍSICA
Tras la física o tras lo material es, por definición, lo que hay más allá de la física o de lo material. Es decir, todo aquello que no es visible, ni medible, ni contable, ni determinado, a saber, la metafísica (tradición filosófica) o lo espiritual (tradición religiosa), que sumadas dan forma a una parte de la tradición occidental a la que pertenecemos.
En esta tradición, y por decirlo de forma sintético, hay tres respuestas a esa pregunta sobre qué es eso que hay tras la física.
1 los creyentes dicen que Dios es la respuesta.
2 los ateos dicen que la Nada es la respuesta
3 los agnósticos dicen que ni lo uno ni lo otro. Aunque no acaban la locución: que no saben lo que hay. O sea: Dios, Nada, Ignorancia. Aunque todos vivimos muy lejos del influjo del malestar material en que se imaginó esta poderosa tríada
Quizá sea por eso que los miembros de los tres grupos vivimos usando todo el día, o por despreocupación personal o por imperativo laboral, familiar y social las palabras instrumentales del modelo técnico científico dominante (la otra parte de la tradición occidental que he mencionado antes), lo que hace que tras la física lo único que imaginamos es el ocio, que no tiene que ver con lo espiritual ni con la metafísica. Ni con Dios, ni con la nada, ni con la Ignorancia.
Yo pienso que la conjunción entre lo que no-se-sabe o no-se-entiende y el asombro y la fascinación que al mismo tiempo produce es lo que nos coloca en el ámbito que pueda existir tras la física. Es una conjunción que, resumiendo, nos hace metafísicos o espirituales, sin por ello dejar de ser técnico digitales o pragmáticos. Es cuando el ocio se transforma en un faro que ilumina el alma propia y la de los demás, dejando de ser un “tiempo muerto” entre dos tiempos de los negocios propios del cuerpo.
martes, 21 de septiembre de 2021
CIUDADES DE TURINGIA y 6
GERA Y ALTEMBURGO
Las dos ultimas ciudades del recorrido ciclista que ha organizado la industria turística alemana por el estado federado alemán de Turingia, no destacan por algo significativo que impregne su patrimonio cultural e histórico, aunque no ocultan al visitante que se sienten bajo la influencia de lo que ocurrió en sus vecinas. Reforma luterana, clasicismo y romanticismo alemán, la revolución arquitectónica de la Bauhaus, la República de Weimar, la llegada de los nazis al poder y la guerra fría posterior a la Segunda Guerra Mundial. Al darse la circunstancia de que son destino de las etapas finales del recorrido, ello facilita ese balance o esa visión de conjunto mientras se pasea por sus calles.
Nada más señalar que la falta de testimonios significativos de ese pasado dentro del ámbito cultural e histórico de estas ciudades, queda compensado para el ciclista con un placentero recorrido entre la otra riqueza de Turingia, que no es otra que su gran cantidad de tupidos bosques.
lunes, 20 de septiembre de 2021
CIUDADES DE TURINGIA 5
JENA
Si Weimar ofrece al visitante su legado cultural de una forma amplia y explícita, Jena hace lo mismo respecto a un hecho concreto que tiene que ver con la fundación de la filosofía moderna. Me refiero, claro está, al encuentro de Hegel y Napoleón en el centro de la ciudad, el mismo día que el filósofo puso el punto final a su obra capital “la fenomenología del espíritu” y el emperador entró triunfante después de derrotar a los prusianos en un campo sito en las cercanías, lo que supuso durante muchos años la exclusión de las aspiraciones prusianas respecto a alcanzar su hegemonía en el centro continental europeo.
No hace falta insistir mucho para que leamos lo anterior más dentro del ámbito narrativo de la leyenda que de la verdad histórica. Lo que sí parece cierto históricamente es que Napoleón arrasó la ciudad de Jena después de pasearse altivo y triunfante por sus calles, incluida la casa donde Hegel había concluido su magna obra, y que los siguientes pasos de éste se tiene constancia probada que ya los dio en Berlin, donde culminará con éxito su carrera profesional hasta su muerte en 1831, debida a la peste que asoló la ciudad durante ese año.
Sea verdad histórica o literaria, lo que para mí tenía antes de iniciar el viaje, y tiene de manera acrecentada después de haberlo hecho, un atractivo indudables es pasear por las calles de una ciudad donde todavía existe “el espíritu del mundo montado a caballo”, que al parecer fue la frase que pronunció Hegel cundo vio en directo pasear triunfante al emperador por las calles de Jena.
Lo que me gusta imaginar es que un filósofo de lo absoluto, como es Hegel, anhelaba en su fuero interno comprobar que su pensamiento tuviera algún tipo de concreción práctica antes de su muerte. Lo mismo que me gusta imaginar que Napoleón anhelaba apoderarse no solo de la geografía del continente, sino también de su alma. Visto así, si dos inteligencias de ese tamaño coinciden en el tiempo histórico imaginado a pleno rendimiento y sin intromisiones ajenas, lo inevitable que es que se encuentren, no en alguna fecha del calendario que es lo de menos, sino en ese tiempo de lo qué sucede siempre y transmitan su experiencia a las generaciones posteriores. Será entonces cuando las inteligencia de cualquier tamaño puedan imaginar, fuera del calendario, y establecer asociaciones que colmen los anhelos que tengan, sin dañar al patrimonio simbólico, antes al contrario engordándolo, y, por supuesto, sin atentar contra el patrimonio natural, antes al contrario, conservándolo.
Sea como fuere, caminar por las calles de Jena se me antojó que estaba bendecido por ese encuentro que vengo mencionado, a pesar de los desmanes que produjo la ambición desatada del emperador y de los estropicios mentales que causaron las lecturas posteriores de la obra del filósofo. La vida lo había asimilado todo con dignidad y el poder pasear en paz pensando sobre estos asuntos y otros que se echaban encima era una buena prueba de ello.
Jena se ha hecho famosa por dos motivos: por poseer una de las universidades con más tradición cultural y científica de Alemania y por su importante industria óptica (Carl Zeiss AG). Por ello se la conoce como "ciudad de la ciencia". Durante siglos, Jena perteneció a varios principados y ducados, hasta pasar a formar parte del ducado de Sajonia-Weimar.4 Alrededor de 1800 Jena se convierte, junto con Weimar, en el centro cultural de Alemania. En esta época nacen en Jena el Romanticismo Universal, el Idealismo Alemán y gran parte de la Clásica de la literatura alemana.
viernes, 17 de septiembre de 2021
CIUDADES DE TURINGIA 4
WEIMAR
Lo primero que se le viene a la cabeza al vísitante, nada más entrar dando pedales en la ciudad de Weimar, es por qué no ha sido ella la elegida como la capital del estado federado de Turingia. El prestigioso legado cultural que atesora, y del que son testimonio no sólo la arquitectura sino los archivos documentales repartidos por la ciudad, así me lo hizo imaginar. El prestigio y la fuerza cultural de la ciudad de Weimar está ligado, paradójicamente, a la debilidad política histórica, digamos, del entorno geográfico al que pertenece. O dicho de otra manera, Weimar es el epítome, no solo en el estado de Turingia, de ciudad moderna bajo la tutela de un gobierno feudal con vestimenta y hábitos del despotismo ilustrado. Solo se puede entender así la relación de figuras como Goethe con su protector el duque Carlos Augusto de Sajonia-Weimar-Eisenach y su madre Ana Amalia de Brunswick. Destacar la casa de campo que Goethe se hizo construir en el inmenso parque que rodea los palacios de aquellos.
Ya en el siglo XIX, Liszt y Wagner gozaron también de los favores de los duques de Sajonia, herederos de los que protagonizaron el clasicismo alemán del siglo XVIII.
En el siglo XX, Weimar acoge tres momentos históricos de gran importancia cultural y política. En primer lugar, la creación por parte de Walter Gropius de la Universidad de la Bauhaus, que revolucionó el mundo de la formas exteriores, tanto en lo que se refiere a la arquitectura como a los objetos cotidiano. Como no podía ser de otra manera el edificio de la Universidad, que sigue plenamente en activo, responde término a término a los principios inspiradores de su fundador. En segundo lugar, el edificio del Teatro Nacional, en la plaza del teatro de Weimar presidida por las dos imponentes estatuas de Goethe y Schiller, fue elegido para aprobar la constitución de 1919 que dio lugar a la primera experiencia verdaderamente democrática de la nueva República Alemana, que concluyó, como es sabido, con la ascensión de Hitler a la cancillería alemana. Y en tercer lugar, la construcción en 1937 en las cercanías de la ciudad del campo de concentración de Buchenwald, en el que estuvo prisionero el escritor español Jorge Semprún, gracias a sus testimonios escritos sabemos de la experiencia diaria allí dentro.
Como puede comprobarse tal itinerario histórico del siglo pasado, ya no solo afecta a la nación alemana si no que tienen una proyección y repercusiones claramente europeas.
miércoles, 15 de septiembre de 2021
NOCIÓN DEL ALMA
Pienso que creamos o frecuentamos poco los espacios del alma porque no tenemos el hábito de usar la imaginación que tiene que ver con las palabras sensibles, es decir, con las palabras del alma. No es que no tengamos tiempo, ni voluntad, es que solemos hablar únicamente con las palabras instrumentales, es decir, como lo hace la ciencia (paradigma dominante en la era tecnocrática), que acaba por ordenar nuestro tiempo y dirigir las voluntades mejor intencionadas. Pero la ficción cinematográfica o literaria está construida, mejor o peor, desde el alma, y busca iluminar de manera diferente, a cómo mueve o empuja la ciencia al cuerpo, el alma de los espectadores o lectores. Sin embargo, nosotros solo encontramos el sentido y significado de las palabras o de las imágenes cuando las utilizamos como martillos, cuchillos, ordenadores, leyes de educación, protocolos sanitarios, administrativos, económicos,…, o enmarcadas en alguna de las ideologías que ofrece el mercado variopinto actual de las ideologías. Sin prestar demasía atención al hecho que una ideología es la materialización contingente, particular o gremial, de un ideal invisible que afecta desde siempre a toda la humanidad. Para entendernos, una ideología es al cuerpo y la ciencia como el ideal lo es al alma y la ficción poética. Aquellos, decía, son instrumentos que sirven para tratar con algo visible, medible, contable y de cuyo uso se supone que nos llevaremos igualmente algo visible, medible, contable. Si no es así lo consideramos una pérdida de tiempo (el que marca el reloj), o una falta de sentido. Es cuando la llamada invisible del alma queda dominada e insonorizada por el imperativo inaplazable de las exigencias materiales de la ciencia sobre el cuerpo. Tal vez por ello sea que de las 168 horas que tiene la semana, pasar 2 horas en un espacio creado desde la noción del alma hablando con y desde el lenguaje del alma siga siendo demasiado para un cuerpo aturdido y angustiado por los asuntos que cada día le demandan el uso de las palabras instruméntales o de la ciencia. En esas estamos.
No podemos seguir creyendo en fantasías tecnológicas cuando el planeta se desmorona y nuestra cultura se desintegra, cuando las negras construcciones de la mente están destruyendo el mundo, tanto el simbólico (sobre todo a través del lenguaje verbal tecnocrático) como el natural (cambio climático).
La urgencia de que algo debe hacerse llena todas las páginas de esta maravillosa Historia de la imaginación, de Juan Arnau”