Parece que el hecho de que constantemente se esté anunciando el fin de algo que uno ve por todas partes, sea un correlato de que constantemente se esté anunciando el nacimiento de uno mismo en indudable coincidencia simultánea con el del mundo.
Parece que este dualidad, otra más, apocalipsis y adanismo están marcando el signo de estos tiempos agónicos y egotistas o de narcisismo extremo.