jueves, 18 de abril de 2019

EVENTO

Cualquiera de las actividades que se organizan en la actualidad, tanto a nivel público como privado, se le denomina con el nombre de evento. Un evento es un tentáculo mediante el cual el sistema, o como se llame, se cuela amablemente entre los pliegues del tejido social para tratar de llegar al corazón de los contribuyentes. Por tanto, un evento debe hace funcionar, dentro del engranaje común de todos los eventos, al sistema, o como se llame, al que sirve. Debe funcionar como  cualquier departamento del ministerio de sanidad, educación, interior o justicia. Para entendernos, un evento debe funcionar como funciona un aula, una consulta, un tribunal o una comisaría, a base de procedimientos y protocolos que ponen en marcha tipos conocidos popularmente como funcionarios. Es decir, los que organizan el evento y los que asisten a él tienen que cumplir con exactitud la función que se les ha encomendado. Los primeros informar pormenorizadamente sobre el motivo que los ha convocado, los segundos, que han ido a ver que pasa, podrán hacer al final del evento, antes de que se sirva el vino habitual, los ruegos y preguntas que se les antoje. Tanto en un caco como en el otro, nadie debe ser molestado, es decir, nadie deber sentir que la integridad y prestancia de su persona ha sido puesta en peligro. Por ejemplo, en un evento nadie, ni por parte de los que lo organizan ni de la de los asistentes, debe hacer ver o exhibir el valor y el sacrificio con que ha hecho acto de presencia, o no, en la sala donde concurren. Sencillamente han ido allí voluntariamente, con eso es más que suficiente. La voluntad siempre por encima o tapando los afectos. Ítem más, nadie debe afear lo orgullosos que así todos se sienten de aparecer en público. Un evento celebra siempre la alegría de que todo funciona como unos y otros habían previsto. En un evento nadie debería hacer sentir al otro que forma parte de algo superior a sí mismo, que es desconocido y que no tiene nada que ver con los protocolos y procedimientos que mueven los unos hacia los otros, y viceversa. En fin, en un evento nadie debe hacer ver que todo evento no deja de ser,  como todo acto humano, lo que siempre ha sido y será, un misterio.