lunes, 22 de abril de 2019

APOCALÍPTICO

-El pesimista se queja del viento, el optimista espera que cambie y el realista ajusta las velas.
-Y el apocalíptico pregunta: ¿quien les ha dicho a esos tres benditos (pesimista, optimista y realista) que el mundo es eterno, y que lo que dure es para ponerse  a su servicio? ¿Cuánto tiempo hace que no se miran en un espejo?
-Lo siento no hay debate, es una apreciación de comportamiento.

-La idea misma de que no puede haber debate por ser una apreciación del comportamiento del pesimista o del optimista o del realista le da la razón de inmediato al apocalíptico. No están esos tres estados de ánimo del mismo Ego Encumbrado Moderno (así los piensa y los ve el apocalíptico) en condiciones de decidir si hay o no hay debate. Sencillamente tiene que haberlo, si no quieren que el mundo acabe como yo pronostico, dice el Apocalíptico. Es su una última oportunidad, generosamente les recomienda. En la era del terror nuclear y las economías endeudadas en manos de corporaciones incontrolables e incontroladas, por no hablar de las tragedias ocultas de las conciencias individuales que de ello se derivan, que nunca salen en las pantallas, no hay  prórroga, ni publicidad coloreada que valga. El tiempo se les acaba, les dice el Apocalíptico a esos tres benditos. Llámense distraídos si ustedes quieren, pero que sepan que no controlan nada sus vidas, como creen y alardean de ello.