martes, 12 de marzo de 2019

APOCALIPSIS SILENCIOSO

Toda obra de arte es un Apocalipsis silencioso. Referencia explícita al Libro de las Revelaciones (Apocalipsis, de San Juan) que Northrop Frye define como la manera que coge el mundo tras la desaparición o caída del Ego. Lo cual, en sí misma, puede ser experimentada como un cataclismo individual de proporciones similares a los cataclismos naturales o sociales: Incendio de Lisboa o caída del muro de Berlín o voladura de las Torres Gemelas. La desaparición del Ego sería algo así como la caída de la coraza y la aparición del alma desnuda. Prueba de ello es el auge que tiene hoy, frente a la caída del Ego la Industria de la Autoayuda (entendida como la industria de los apagafuegos de los demonios interiores). El arte según Martel (“Vindicación del arte en la época del artificio”) es una manera de transfigurar el mundo. Muy a la contra de la sociedad moderna, que considera el arte como la relación por separado de una fuente más de su vocación de entretenimiento y una plataforma de expresión de los que se autodefinen como artistas. Nótese el hecho moderno de como, al fin y al cabo, se han acomodado dándose la espalda la fuente de los unos y la plataforma de los otros. De espaldas, sí, aunque pegadas únicamente por los intereses del mercado, digámoslo así, no por los intereses que son propiamente creativos, para lo cual se tendrían que mirar cara a cara dejando una distancia entre ellos, como marca el precepto de creación ilustrado.