martes, 13 de noviembre de 2018

FUEGO EN LA MONTAÑA

“Reconozco que siento una enorme debilidad por los personajes de Edward Abbey, unos frikis irredentos  y extrañamente  empecinados en salvar a sus semejantes de los peligros que trae consigo el tan denostado Progreso, léase Contaminación y Destrucción de espacios vírgenes, Dilapidación de los recursos naturales, Diseminación de la fealdad y el mal gusto hortera y tantas otras desgracias similares. Lo curioso es que todos ellos están tan absortos con sus ataques incendiarios y volando cosas con cargas de dinamita que ni siquiera parecen enterarse de que los propios contemporáneos a los que pretenden salvar no les apoyan ni les siguen porque no confían en la eficacia de los métodos que emplean lo que para ellos son sólo  cuatro locos. Y lo de cuatro, aquí, viene al pelo porque cuatro son los integrantes de la impagable Banda de la Tenaza  que protagonizan la novela del mismo nombre (Berenice, 2012). El  lector entusiasta tiene ocasión de volver a verlos en acción en ¡Hayduke vive! (Berenice, 2014), en la que la banda vuelve a reunirse para destruir la Super G.E.M.A  4240 W, una aplanadora popularmente conocida como Goliat y que haciendo uso de su fabulosa potencia está a punto de arrasar Nuevo México y el resto de los desérticos estados del  sureste americano en los que Abbey sitúa sus novelas, todas ellas plagadas de especímenes similares.”