“Albert Einstein, poseedor de un discurso inclusivo que iba mucho más allá de la teoría de la relatividad, planteó el problema de la tendencia exclusivista y disgregadora actual de la siguiente forma: ”El poder desencadenado por la bomba atómica lo ha cambiado todo salvo nuestra forma de pensar. Por eso nos encaminamos hacia catástrofes sin precedentes”. Por decirlo como Jules Cashford lo repite en cierto modo a lo largo de su libro, el ser humano tiene actualmente la misma necesidad de dar respuestas que tenían sus ancestros más lejanos. Ellos carecían de lenguaje y se lo inventaron a base de transformar su pensamiento como queda reflejado en este libro. Todo hace suponer, por decirlo como lo hace Einstein, que se impone un cambio en la forma de pensar y que si no se cuestiona el rechazo tan radical a lo simbólico nos aguardan catástrofes sin precedentes.
Por fortuna, y aunque sea de forma puntual, algo parece estar cambiando. Porque, sin ir más lejos, cuando ese científico de la NASA que acciona todos los días los mandos que le permiten manejar el vehículo que él mismo contribuyó a que llegar sano y salvo al lejano Marte, al prever los peligros que suponen para sus aparatos viajando por el espacio la existencia de los misteriosos agujeros negros, ¿no está en pleno lenguaje simbólico (por no llamarlo directamente poético) cuando los define como “horizontes de acontecimientos absolutos”? Seguro de Jules Cashford lo tomaría de inmediato por uno de los suyos.”