miércoles, 18 de mayo de 2011

DRY EN EL KM 0


Mientras averiguamos si la democracia que, detrás de las pancartas, reclaman real es debido a que la que tenemos es mentira o una verdad a medias, vamos sabiendo cosas de nosotros mismos. Referido a lo contante y sonante sabemos que el movimiento DRY (democracia real ya) se concentra alrededor del KM 0, y lo forman gente de todo pelaje, dignidad y gobierno.

La manía de adjetivar lo que no lo necesita delata la inseguridad del movimiento. Delata el escaso arraigo entre nosotros del nombre. La Democracia, como ya dije el otro dia, es un invento griego que los ingleses pusieron al dia para los tiempos modernos. Siendo norteamericanos y franceses quienes acabaron de darle la forma que hoy conocemos, enmienda tras enmienda. El espíritu de la letra es invariable desde entonces, por la sencilla razón de que cualquier intento de canviarlo ha metido a las sociedades que lo han experimentado en el infierno. División de poderes, sufragio universal, libertad de expresión, respeto a los derechos humanos, etc., no admiten adjetivos. Es un programa de máximos irreductible e inalcanzable, el único al que toda comunidad de ciudadanos debe aspirar, a sabiendas de que no lo alcanzará nunca. Por tanto, en este itinerario paradójico sobran los profetas y los ingenieros sociales, y toda esa patulea que se llaman así mismos comprometidos.

Si por una de esas carambolas uno de esos preceptos se cumple en algun caso y en el momento oportuno, el capo del dinero de FMI duerme en el talego por abuso sexual. Si no se cumplen en ningun caso ni en momento alguno, el del caso Palau, el de los trajes y de los ERES siguen durmiendo a pierna suelta bajo las sabanas de su cama, junto a su santa esposa. La diferencia, por tanto, no es cuestion de que tipos de adjetivos le ponemos a la palabra Democracia. Siendo su ideal el que he mencionado antes, en la práctica democrática se trata de saber hasta donde somos capaces de soportar nuestro deterioro como ciudadanos, convirtiéndonos en súbditos. Es como un carnet de conducir por puntos. Sin olvidar el papel del azar, que opera sin previo aviso en toda sociedad abierta y llena de paradojas.

Los del DRY parece que ya no aguantan mas ese deterioro. Han dado el primer salto. Lo desalentador es que lo mismo ya ha pasado en multitud de ocasiones, desde que Espartaco se reveló contra la opresión y tiranía de Roma. Lo interesante, no digo esperanzador por falta de fe en la palabra, es que en la Red hay otro mundo invisible e inaprensible. Y la Red está entre los de la DRY, actuando como protagonista principal de la representación. No es un espejo del Antiguo Régimen donde todo se está pudriendo, es otro mundo. Cada vez mas ajeno al que se pudre, cuyos miembros dejan ver su caspa y su roña en el KM 0, a ver si cuela de nuevo lo de las barricadas. La pasma en los alrededores es más numerosa que en un partido de fútbol de altísimo riesgo.

En el Km 0 están coincidiendo lo más nuevo y lo más viejo. Puede ser interpretado como que hay volver a empezar y cada uno con lo que tenga. Su imagen mas representativa podría ser ésta: por primera vez, desde que el Estado moderno existe, un crío con un portátil, conectado a la red en cualquier punto del planeta, puede hablar de tú a tú a cualquier poderoso. Y ganarle la partida. Pero también puede ser una forma nueva de convocar al espíritu insistente del Príncipe de Lampedusa: que todo se agite con frución inusitada, para que todo continue igual al final del batido.