jueves, 24 de noviembre de 2016

NO EN LÍNEA RECTA

Quizás hubiera que dar la vuelta al reloj y contar al revés. A veces se me ocurren estas distorsiones para tratar de conseguir lo que no puedo por la vía ordinaria de contar uno, después dos y después tres. Imagino que así le tuerzo el brazo al tiempo, para ver si soy capaz de enderezarme con los pies en el suelo. Vano intento. Ella se ha ido para no volver. Todo lo que ocurra a partir de ahora será igual a lo que quiera mi alma congelada. Ni siquiera podré escribir lo que debería dictarme el sentido común. Seré un estúpido si acabo creyéndome que podré contar algo en línea recta.