jueves, 10 de noviembre de 2016

EN EL QUIRÓFANO

"¿Por qué le iban a molestar una muleta y una pata de palo?", creí entender a la enfermera que hablaba al otro lado del teléfono. La verdad es que no había prestado demasiada atención a lo que me decía. Era mi antigua novia. La volví a encontrar cuando ingresaron a mi mujer para ponerle una prótesis en la rodilla derecha. La vi de lejos y pensé que me había equivocado. Luego desapareció del hospital. Pero cuando tuvieron que amputarle la pierna a mi mujer, ella estuvo todo el tiempo en el quirófano, el mismo donde la conocí cuando me hicieron la operación del corazón. Al salir de allí nos fuimos a la cama.