viernes, 16 de septiembre de 2011

VISIONES LABORALES DELANTE DE LO QUE HAY

Sandra Tena, 20 años, sueña con un futuro profesional ligado al mundo de la medicina. Ceñida firmemente en su bata de trabajo, cree que puede ayudar a que el dolor desaparezca del mundo.

Mohamed Utandi, 19 años, conoce la música de los vehículos a motor como si de una sonata se tratara, pero tiene serios problemas con las reglas de tres y la división de números decimales.

Erica Vozmediano, 22 años, trabajadora de la limpieza dentro de una empresa de insercion laboral de personas con riesgo de exclusión social. Todo lo que gana se lo gasta en aparatos de la casa Apple.

Paul Krugman, 58 años, un premio Nobel de Economía que sostiene que las crisis económicas pueden y deben ser analizadas, al igual que las catástrofes naturales, como sistemas complejos.

Andrea Expósito, 17 años, quiere estar estudiando hasta los veintiocho años a cuenta de la economia familiar. Después sacarse una plaza de funcionaria y ponerse a trabajar hasta que se jubile.

Domenec Altozano, 27 años, lleva trabajando de camarero, desde los 20, en una cafetería al lado de uno de los teatros mas importantes de la ciudad de Barcelona. Su gran vocación es atender a los actores cuando se acaba la función.

Michael Brandenburg, 53 años, ingeniero nuclear y director de Internacional Executive de Iese, ofrece empleos en Alemania a profesionales españoles. En Alemania, dice, también pagamos con autestima.

Baltasar Zamarreño, 55 años, nunca ha hecho nada reseñable ya que después de su viaje a la India, cuando tenía 24 años, aprendió para siempre que ser feliz y no serlo es practicamente lo mismo.

Clara Faluo, 31 años, de un rigor y talento profesional indiscutido por sus superiores, padece una indecisión crónica que le impide ser reconocida delante de sus subordinados.

Florentino Ezcaray, 44 años, sindicalista del metal desde los 20. No quiere oir hablar de flexibilización en las contrataciones laborales. El capital, dice, es el único responsable de la situación que estamos padeciendo.

Daniel Ocabango, 28 años, ha encontrado trabajo de conductor de autobuses escolares. Tiene que pedir permiso para asistir a la circuncisión de su hijo pequeño. No duerme pensando que sus jefes se enteren y no le renueven el contrato.

Rafael Argullol, 61 años, nómada, filosofo, novelista y poeta, vivir bien, dice, es conseguir que el mañana tenga envidia del hoy.

Wenceslao Lerín, 39 años, trabaja de taxista para hacer frente al insomnio incurable que padece. Su máxima aspiración es tener el valor y la fortaleza para llegar a ser algún dia como Travis Bickle.

Julia Andrade, 3 años, acaba de comenzar su andadura educativa en la escuela que hay cerca de donde trabajo. Tiene notable dificultad para llevar la cuchara llena de sopa desde el plato a la boca.