sábado, 16 de abril de 2011
LA VIDA EN TIEMPOS DE GUERRA, de Todd Solondz
MEJOR EN TIEMPOS DE CONFUSION
Al contrario que las palabras, que nunca acaban en si mismas, la capacidad significativa de las imágenes tiende a concluir en lo que muestran al espectador. Es tan explícito y evidente lo que se ve que cuesta creer que haya algo más. Lo que pueda haber mas allá no es a cuenta de lo que se está viendo, sino, en todo caso, de lo que se haya visto. La ambigüedad no es una de las virtudes propias de la imagen. Este de acuerdo o no con tal aseveracion, lo que debe convenir conmigo es que ni las palabras ni las imágenes pueden ser pasto de la confusión. La literatura y el cine, en fin, las práºcticas creativas, estan ahí para orientar en esa masa ingobernable que llamamos la realidad. El relativismo interpretativo dominante impide meterle el diente con solvencia a todo esto, en un momento que resulta particularmente perentorio. Es lo que nos impide avanzar, porque, a la larga, todo vale. Mejor dicho, todo vale lo mismo.
Yo creo que la peli de Solondz es confusa. Y no vale lo mismo que otras que tratan de lo mismo. No orienta al espectador en el lío sentimental que se mete y que lo mete. Mas bien se deja llevar por el, hasta adquirir una de sus formas, dejando al lío en sus entrañas dando coces como una alien desesperado por salir. Y de nada vale que el relativista diga que eso depende de cada persona, porque yo no estoy hablando de eso. De lo que estoy hablando es de la necesidad de sentirse orientado dentro del laberinto que forman nuestros sentimientos y los de los personajes, mientras miramos la peli. Yo creo que el relativista cuando dice que aquello de nada es verdad o mentira todo depende del cristal con que se mira, y tal y tal, se esta refiriendo a dejarse llevar por la corriente, para poder decir a continuación lo que le pete. Indudablemente no hay discusión posible sobre esa pasividad suprema, semejante a uno de los atributos mas notables del corcho cuando flota encima del agua.
Yo siempre le pido a una peli, o a un libro o a un cuadro, orientación y además, ¿hacia donde? Que haga de taladro, abriéndose camino entre los duros e imprevisibles cascotes que habitan en la realidad. No que haga de papel de celofán, envolviendo semejante cantera y sus mas que probables derrumbes. Aquí no tiene nada que hacer el relativista, ya que esta fuera de juego. Retírese, por tanto, a sus aposentos. Una peli admite varias lecturas o visionados pero lo que no puede admitir son varias pelis. Esta deriva fantasiosa es lo que le gusta al relativista. Ver varias pelis en una y pagar solo por esta. Ahora resulta que, también, es un gorrón. Eso no esta bien.
¿Que es lo que prima en Soldonz, la búsqueda de la verdad de la sociedad que retrata o la originalidad en la forma de hacerlo? Yo creo que lo segundo, llevando al espectador a instalarse cómodamente en lo de muchas pelis en una. La mala costura de todo lo que soporta cada personaje, los zurcidos improvisados entre lo que trajinan unos con otros, las hilachas al viento fruto de su libre albedrío, etc...., hacen creer la falsa ilusión de que cada uno tiene su propia historia que vale la pena ser vista, al margen de por donde discurra el conjunto. Asi, en un imaginario coloquio posterior, cada espectador puede ser fan o adversario de la depresiva Helen, de la inconsecuente Joy o del resentimiento del expresidiario Bill. Los tulipanes pueden servir, entonces, para adornar los sueños de cada cual o ser utilizados como cortesía hacia los de los demás.