La isla
Ahora vivo en una isla.
Todos me hablan de la claustrofobia
y de esa sensación de estar fuera,
como apartado. Rodeado tan solo
de profundidad, incapaz
de huir a pie si quisiera.
Yo no lo percibo.
El mar siempre está,
en cualquier dirección:
avanzar es encontrarlo.
Todo trozo de tierra firme es finalmente isla.
Por otra parte, yo siento que he vivido
siempre con el agua al cuello
y eso convierte a mi cabeza,
por definición, en una isla.