TRABAJO SIN ESPERANZA
Versos compuestos el 21 de febrero de 1827
Hoy la Naturaleza trabaja sin descanso.
Los caracoles salen — revolotea la abeja —
los pájaros ya vuelan — ¡y el Invierno se duerme al aire libre
y sonríe su rostro, que sueña con Abril.
Y mientras tanto yo, el único aquí ocioso,
no elaboro la miel, ni construyo ni canto.
Pero conozco bien
las orillas floridas de amarantos.
¡Floreced, amarantos! ¡Floreced para todos,
pero no para mí!¡Fluïd también
vosotros, los arroyos! Yo vago por aquí,
no hay ya brillo en mis labios ni laurel en mi frente.
¿Aprenderéis vosotros los conjuros que adormecen el alma?
Obrar sin esperanza vierte el néctar
en algún colador; sin un objeto
la esperanza jamás podrá vivir.