viernes, 16 de junio de 2023

ÁGORA PÚBLICA-EGO PRIVADO

 A propósito de volver a ver la película de Carlos Saura, “la prima Angélica”, una amiga me escribió el otro día lo siguiente:“Yo me pregunto qué ha ocurrido para que se me haga tan difícil imaginar a jovencitas de 16 años conmocionadas por algo así o algo que no sean coachs, redes, etc., etc..”

Las “jovencitas entre 16 y 80 años” de hoy no comparecen y, por tanto, no son visibles o no tienen cuerpo, porque han  cambiado la función política de la conversación cara a cara de antaño por la satisfacción narcisista de conexión individual online con todas las caras del mundo. Han cambiado el Agora pública por su Ego privado. Para decirlo en términos griegos, han dejado de hacer comunidad libre de ciudadanos iguales en la polis para auto-en-redarse o auto-en-cadenarse gustosamente al mundo mediante un click, sin tener que correr el riesgo de salir a la calle a hacer actos onerosos de protesta. Nunca el movimiento esclavista internacional, MEI, estuvo tan contento y agradecido. No solo no comparecen, sino que entre 16 y 80 años todos los “jovencitos” son iguales. Nunca las corporaciones tecnocientíficas y financieras, CTF, se frotaron las manos con tanta fruición, pues su cuentas de resultados están aseguradas en lo que queda de centuria, al menos.


Así lo sugiere Sherry Turkle en su libro ‘En defensa de la conversación’. Hablar cara a cara es comprometerse. Enviar un mensaje es un acción de bajo riesgo, dice Jonás un “jovencito de 16”, en el libro menciono.