Se ha convertido en una nueva religión o en una dictadura sin rostro, es imposible ir contra ella. Contra su vulgaridad y su ley del mínimo esfuerzo: contra la máxima comodidad a la que aspira, confundiéndote con el anhelo de lo mejor. Por ello no sucede lo imposible, sucede lo no pensado. A saber: Sin que se mueva el pensamiento, ni el cuerpo, solo con el clic de la inmediatez y la impunidad, las dos armas preferidas de los cobardes, produce la mayor ilusión de libertad que se ha inventado nunca. Ya pueden los dictadores, los sátrapas, los sofistas, los manipuladores del mundo - sean de inspiración cristiana o sea Confucio el alentador - hacer lo que quieren y cuando quieran. Tienen todo el campo abonado para llevar a cabo sus propósitos malignos. Mientras, encarcelados en sus prisiones mentales, los siervos pueden seguir llamándose ciudadanos. Entonces, fíjate, para que educación, para que familia, para que parlamento, para que conversación, para que ágora pública, si estás a un tiro de click de todo lo que se mueve en el mundo, sin mover tu cuerpo, ni tu mente. Paradójicamente todo se mueve menos tu, convertido en el mejor esclavo del mundo para los más codiciosos gánsters del planeta. El principio del primer motor inmóvil vuelve a la palestra. ¿Te suena?
¿En qué quedamos y dónde nos vemos?