Hasta ahora la opinión del lector A y la opinión del lector B eran excluyentes, o cada una iba a lo suyo, respecto a un mismo fenómeno: leer el mismo libro. Ahora, en el nuevo marco del club de lectura, son complementarios.
Un club de lectura es, por tanto, un nuevo marco de referencia ante los nuevos desafíos que plantea la lectura y la escritura en un mundo plenamente alfabetizado y constantemente conectado e informado.
No estamos meramente ahí a nuestra bola, no somos seres relativos, sin ningún tipo de compromiso, no somos filisteos. Somos seres relacionales y atencionales, comprometidos con la atención que reclaman nuestras relaciones con el narrador del libro y con los otros lectores que nos acompañan.