EN LA TIERRA DESOLADA
Hay muchas formas de comprar
un silencio, de sacudir las alfombras, de estar
a bien con el que manda. Aunque a nadie
me debo sé de sobra que existen porque
las he probado. Dije la noche azul, el viento
verde y una mentira lleva a otra y a otra
y con su mismo espanto acaba convirtiéndose
en naturalidad, sin rebullir apenas. Es
entonces cuando vemos la soga en la mano
tendida, cuando vemos que nada es lo que era.