lunes, 29 de abril de 2024

RELATO DE UN JARDINERO MAYOR 1

 BONDAD Y ESPERANZA HUMANAS

Mijail Kárlovich, el jardinero mayor, dice en la segunda página del cuento que lleva su nombre: “Si los letrados ponen más fe en el hombre que en las pruebas y los discursos…¿no es acaso, esta fe superior en sí misma a todos los cálculos humanos?…Pero esta fe esta solo al alcance de unos cuantos…, de los que son capaces de comprender y llevan a Cristo dentro de sí…”

  • Es una bella idea - dije yo. Contestó el narrador.

Al ponerme a leer el cuento de Chéjov, acababa de leer un artículo de Basilio Baltasar en el que dice lo siguiente: “Cuando llegue la hora de hacer el diagnóstico de nuestros males, cuando se quiera saber en qué momento estalló en mil pedazos la bella imagen de la Europa ilustrada, cuando se haga urgente comprender el origen del disturbio contemporáneo, la causa de los desmanes que deshacen la ilusión del progreso, no será necesario consultar a los historiadores, sociólogos, economistas o politólogos. Más pertinente será entonces encargar un dictamen al psiquiatra de guardia.” 

Es una desoladora imagen, dije al volver a leer el párrafo de Baltasar, después de haber leído el párrafo mencionado del narrador de Chéjov.


Estas lecturas de Ida y vuelta, y al revés, es un método que me aplico para superar el escollo de la siempre caliente y distorsionadora actualidad, que es desde donde todo lector trata de acceder a la intemporalidad de la lectura narrativa, por más, como es el caso, haga 130 años que Chéjov diera por concluido su “Relato del jardinero mayor.” Dicho de otra manera, es un previo ejercicio mental necesario para traer hacia donde mi mente hoy existe lo que de suyo dejó de existir como dato de actualidad hace todos aquellos años. Para ver qué tienen que ver estas dos locuciones extraídas de los párrafos anteriores, y, lo más importante, para ver qué me pasa a mí con lo que tengan que ver. Para ir con mi mente mas allá de la actualidad, pero sin dejar de tener los pies en la actualidad. Esas locuciones dicen lo siguiente:

1 “Pero esta fe está solo al alcance de unos cuantos…, de los que son capaces de comprender y llevan a Cristo dentro.”

2 “Cuando llegue la hora de hacer el diagnóstico de nuestros males, cuando se quiera saber en qué momento estalló en mil pedazos la bella imagen de la Europa ilustrada,(…) Más pertinente será entonces encargar un dictamen al psiquiatra de guardia.” 


Lo primero que quiero resaltar es que “la bella idea de Cristo” y “la bella imagen de la Europa Ilustrada” son creencias de los lectores que llevan dentro de sí. Es decir, sus propietarios, por decirlo así, están inmersos en una experiencia que no pueden trasmitirlas a los otros. Es una experiencia intransitiva. Es la diferencia que hay entre compartir la experiencia con otros y experimentar la experiencia por otros. Ser conscientes de esta diferencia es absolutamente necesaria a la hora de hablar y escuchar a otros lectores, sobre la bondad y esperanza que dan forma y sentido al relato del jardinero mayor, tal y como fue apareciendo en la tertulia que mantuvimos sobre su lectura. La bondad y esperanza que transmiten el relato del jardinero mayor, como la bondad y esperanza que el lector puede transmitir a otros lectores debido al rigor y la exigencia de su propia lectura, pueden ser compartidos por estos lectores, pero no puede ser experimentados por esos mismos lectores, pues su carácter es lo propio de lo estrictamente biográfico. Como decía antes, es básicamente intransitivo.