miércoles, 5 de octubre de 2022

BEAUTIFUL GIRLS

 Después de haber conversado con mis colegas de tertulia sobre esta película, vale decir que se vive hacia delante y se entiende hacia atrás. O que limitarse es extenderse. Todas estas acciones: vivir, entender, limitarse, extenderse, tienen cabida entre las idas y venidas, los dimes y los diretes de los protagonistas principales de Beautiful girls, que, aparentemente, no son las guapas chicas que anuncia el título, sino los chicos torpes y brutos que las acompañan. La vida abierta al mundo. Y los celos de la ideología replegada sobre sí misma, reclamando que hay de lo suyo desde la mochila que cada espectador lleva a sus espaldas.

A lo que iba, el personaje principal de la peli, Willie Conway, un muchacho joven de 29 años, regresa a su casa natal en una pequeña ciudad con el objetivo de ir a una reunión de ex alumnos de su antiguo colegio de secundaria. Y empieza el lío. Los ex alumnos ya son otra cosa, es decir, están en otro tiempo aunque quieran celebrar que siguen jugando vestidos con pantalones cortos en el instituto, y la presencia de Willie lo que irá haciendo es recordárselo. Como dijo L, por sí mismos son incapaces de cambiar la flecha de su destino. Troncos, pronto haréis 30 años, y hace 15 que dejasteis las aulas de secundaria. ¡Que queréis celebrar! Willie no lo dice así, claro está, el mismo no lo sabe todavía, nadie celebra lo que no comprende. Pero es lo que todos acaban aprendiendo ante el espectador y ante sus chicas, que hace tiempo viven y sienten el mundo fuera del patio de recreo del instituto. Es esa actitud de espera lo que justifica el título de la peli. La peli es, por tanto, una lección de la espera necesaria que hay que tener ante el aprendizaje ajeno y, como no, ante el propio. Willie vive en Nueva York, tiene su sensibilidad creativa activa, digámoslo así, pues toca el piano, lo que le pone delante de una perspectiva diferente ante ese aprendizaje que también tendrá que hacer, junto a sus colegas de instituto que son los que quitan la nieve en el pueblo. A R le frustró (sic) ver a Willie como un artista, que pierde el tiempo volviendo a su pueblo y regresando a Nueva York de la mano de su novia burguesa, acreditada abogada en la ciudad de los rascacielos.


Ese aprendizaje busca una forma, como toda formulación  abstracta. Esa forma puede ser un manual de autoayuda o un novela de iniciación. O, faltaría más, un conjunto de protocolos sociales e ideológicos (los celos de la mochila). Ted Damme, el director de la peli, elige la narrativa del cine para mostrarnos, con claridad y sin aspavientos, ese tránsito oscuro, violento, doloroso y contradictorio que supone caminar desde el mundo juvenil de los puros instintos al mundo adulto de los significados ambiguos. Resalto tres momentos de este tránsito,  y la presencia de un hada madrina en medio del lío, que se lo facilita y mucho al protagonista principal. 


El primer momento es el que representa el dicho que el aprendizaje con sangre entra; me refiero a la paliza que le dan a Tommy 'Birdman' Rowland, que al entender acertado de M es provocada por el propio Birdman, ya que él mismo es incapaz de dejar de meter su pito donde no debe, como le recuerda el marido de la propietaria de ese lugar donde no debe, antes de darle la paliza con la ayuda de sus amigotes. El segundo momento es el que representa la conversación que Willie mantiene con Andera, una belleza sorpresa venida de Chicago, prima del propietario del bar de cabecera de los colegas de Willie, mediante la que Willie comprende que una mujer es algo más que un agujero donde meter su pito. El tercer momento es cuando Paul Kirkwood, al que ha dejado su novia vegetariana por un carnicero, hace valer su sentido del humor ante Willie, y se despide diciéndole que vuelva cuando quiera, “ya sabes que aquí nada cambia, solo el paso de las estaciones.” El hada madrina lo representa Marty, una adorable adolescente de trece años, que hace ver a Willie que una cosa es la mujer de sus sueños en el futuro de los 18 años de Marty, y otra muy distinta la mujer abogada de su vida hoy, con la que vuelve de regreso a Nueva York.