martes, 20 de noviembre de 2012

CRÓNICAS RENANAS 5



EL RIN ROMÁNTICO

El Valle superior del medio Rin es una espacio geográfico, que va desde Bingen am Rhein hasta Coblenza. También lo es imaginario, y se lo conoce con el nombre, tan asociado a la historia alemana, de "el Rin romántico". A golpe de pedal, y de acuerdo con el espíritu del viaje, recomiendo recorrererlo siguiendo los dos itinerarios al mismo tiempo. Uno con las piernas y la mirada. El otro con la mirada y la imaginación. Las dosis de la mezcla y su intensidad lo dejo a gusto de cada viajero.

Este tramo el Rin no es solo un cinta de agua. Es también una cicatriz, testimonio de las muchas heridas abiertas durante los siglos a un lado y otro de sus orillas. Aunque hoy viajar por Europa solo se puede hacer iendo de turista o de especulador, conviene no olvidar que da igual donde nos encontremos: siempre estaremos encima de un cementerio anónimo. Y el Valle superior del medio Rin no es una excepción. Frontera y lugar de paso de diferente imperios, desde el imperio romano hasta el napoleónico. Frente de innumerables guerras y enfrentamientos, desde la guerra de los Treinta años hasta la Segunda Guerra Mundial. Museo oculto, en el fondo sus aguas, de muchas de las armas que produjeron tantas muertes, también se fijó en su escarpada geografía la mirada romántica alemana, ese punto de vista fundacional de la Alemania que hoy conocemos. Los castillos y palacios que festonean su curso son una buen testimonio de lo que digo.

Declarado por la UNESCO en 2002 Patrimonio de la Humanidad, por ser un conjunto único que asocia un patrimonio geológico, histórico, cultural e industrial, el recorrido por el Rin Romántico me transmite, sobre todo, fuerza y determinación. Señal inequívoca de que sobre los cementerios anónimos que hay a lo largo de su itinerario, ha perdurado la voluntad de ese espíritu fuerte, el espíritu romántico, que sube y baja sus aguas, o bien las atraviesa en las diferentes barcazas que hacen la función de puentes móviles. Nada mejor para sentirlo que sentarse en alguna de la terrazas que se encuentran en sus orillas y beber un copa de vino blanco. Las uvas del cual han madurado a lo largo del año incomprensiblemente aupadas en sus cepas, que se encuentran plantadas sobre las paredes casi verticales de su vertiente sur.