jueves, 7 de septiembre de 2023

INDISCRETA

 La película “Indiscreta”, de Stanley Donen, arranca con una marcada puesta en escena teatral que ya no abandona durante el resto del metraje. O dicho de otra manera, Donen ha leído y visto la obra teatral de Norman Krasna y decide llevarla al cine. Nada nuevo bajo el sol, el cine es el hermano de la novela y del teatro. Para ello, Donen sin abandonar la estructura de la obra de Krasna le encarga a éste el guión de la película. Dicho y hecho.

Primera escena:

Por qué no te casas con David, le dice su hermana a Anna Kelman

No le quiero, he intentado quererlo y no puedo, responde ésta

Y zas. Una aparición: Philip Adam.

El flechazo le da de lleno a Anna Kelman, embadurnada de crema, hasta las cejas. Y también de rebote, le atraviesa a Philip Adam. Empieza la historia de amor de dos adultos verdaderamente adultos, con los códigos de un caballero y una dama. La escena que vine a continuación, el discurso de Adam, le confirma al espectador al ver la cara de Kelman, plano corto mediante, lo que ha visto en la primera.


Estas percepciones del espectador no serían posible sin los primeros planos de los protagonistas, donde vemos sus caras como reflejos de lo que está pasando en esos momentos en sus almas respectivas. Es así como el espectador acepta la propuesta del narrador, ya que le deja claro el lugar desde donde mirar todo lo que vendrá a continuación. Dejarle claro, no quiere decir otra cosa que al espectador le han dado vela en ese aprendizaje que se inicia con esa primera escena y que es como construyen su amor dos adultos muy adultos, es decir, dos adultos que hace tiempo que dejaron de ser jóvenes adolescentes.También el espectador se da cuenta, como el cine se lleva bien con su colega y hermano mayor, el teatro. 


Distingamos el enamoramiento (emoción) del amor adulto (sentimiento) de los protas principales de la peli “Indiscreta. Había quedado en otra entrada que las emociones se tienen en la infinitud de nuestra intimidad: recordemos de nuevo la cara de Anna Kalman en la primera escena en la que Philip Adam aparece al abrir la puerta y en la escena del discurso de Philip Adam. Sin embargo, los sentimientos se aprenden, al igual que la decepción que los acompañan, mientras se construyen en el teatro de la finitud de la vida Todas las escenas siguientes a las mencionadas están pensadas para ese propósito. A mi entender, de este complicado jaleo va la peli. 


Emoción, sentimiento, decepción. Un paquete explosivo, que Stanley Donen trata con certera elegancia y acertado equilibrio. ¿Hay que ser rico para esto? ¿O es algo que le pasa a todo ser humano? Físicamente a su lado, pero sentimentalmente al margen de ese propósito,  los parientes y amigos de los protas, como siempre en estos casos, siguen con sus negocios y sus fiestas fatuas. Como diría Billy Wilder, nadie es perfecto.