lunes, 14 de abril de 2025

MARIBEL ANDRÉS LLAMERO

 Ocultemos la soledad con un perrito

Algo en la simetría diseñada de ciertas ciudades
expulsa la vida. Porque la perfección
que nos acecha en sus esquinas rechaza
a los tristes y melancólicos,
a los desencontrados de sí.

Ocultemos entonces el dolor y la ansiedad con un perrito,
el alma devastada con Prozac.

Sedientos de gasolina para avanzar

ya podemos decir que somos máquinas.

Por qué sería mejor aceptar la vida,
y su natural vaivén y sus ciclos,
aprender que el sufrimiento es natural y exige a veces,

pararse

en el medio
del camino,
al borde

y aguardar.
Nada más.