miércoles, 19 de marzo de 2025

ANTONIO GALA

 SONETO EN QUE SE CUENTA CÓMO MUERE

ALONSO QUIJANO DESPUÉS DE HACER MORIR
AL INMORTAL DON QUIJOTE

Relincha con ternura Rocinante.
Solloza Sancho. Se arrebuja el ama.
Negro a la cabecera de la cama,
murmura el cura en un latín errante.

Muda Sansón Carrasco de semblante.
La sobrina una lágrima derrama.
El barbero, a quien nadie le reclama,
todo lo ve con su habitual desplante.

«Ya no estoy loco», dice el moribundo,
y mira en torno… Don Quijote muere
de pronto entre un olor de lluvia y cieno.

Gira sin tino el renovado mundo.
Y en su inmortalidad solo interfiere
un tal cuerdo lector Quijano el Bueno.