viernes, 26 de diciembre de 2025

BEATRIZ VIGNOLI

 El pino

Apagué los motores
y anduve a la deriva
¿cuántos años anduve
a la deriva, el motor apagado, ni
impulso ni gobierno, sin dirección?

Me recuerdo leyendo neones
a la vera de avenidas
desiertas. ¿Cómo pudo
nevarme encima todo este cansancio?
¿Cómo pudo acumularse, quedar ahí toda la vida?

Sacudo la cabeza como un pino. La nieve
no se va.


CLUB DE LECTORES ADULTOS 47

 Claro que nada es verdad ni mentira, sino dependiendo del cristal con que se mira, es decir, dependiendo de la interpretación que cada lector haga del texto que lo convoca con los otros lectores adultos. Entonces, ¿para que quedamos con estos?; ¿para que nos convocamos alrededor de un libro concreto, al frente del cual se nos presenta un narrador concreto?; ¿para manifestar la obviedad de que nada es verdad ni mentira, etc, etc.; ¿es así como alcanzamos la notoriedad de ser un lector adulto? 

Ser un lector adulto, pienso yo, es más bien quedar con otros lectores adultos para explicar, para hacer entender a estos qué significa esa interpretación que previamente cada cual ha tenido con su lectura en solitario; qué significa esa lente ese cristal con que dice el refrán que cada cual miramos; qué significa el donde ese ojo dice que mira y con qué intensidad llega a donde dice que llega; y en qué medida tiene puntos en común con los otros ojos de los lectores presentes que también, según el refrán,  hacen lo propio. Y es que en el club de lectores adultos estamos leyendo dentro de lo finito de nuestra individualidad, pero intuimos que hay algo infinito que nos une y que nos da sentido y consistencia de especie hablante y lectora, digo yo. 


Y, sin embargo, digo yo también, que las sonrisas y abrazos efusivos que se ven en las fotografías de las presentaciones de libros o de las reuniones de los clubs de lectura, transmiten la sensación de la celebración de lo obvio. A saber, que bien que nos hemos reunido para celebrar lo obvio, que no es otra cosa, como ya sabemos, que cada uno lee los libros dependiendo del cristal con que los ha mirado. Que suerte que tenemos. Sin embargo, lo que esas fotografías no transmiten, porque seguramente no pueden hacerlo, es justamente la celebración de las diferencias que hay entre esos mismos lectores; y que supone eso de ver las cosas de maneras distintas; y adonde nos lleva y cuál es el ámbito y cuál es el aliento. Eso no se celebra porque eso no se sabe lo que es todavía, ni hay ninguna garantía de que se pueda llegar a saber. Por eso nos seguimos reuniendo alrededor de un libro, que previamente hemos leído en solitario.

martes, 23 de diciembre de 2025

FERNANDO BELTRÁN

 LA PACIENCIA DEL COBRE

Apenas somos manos

asustadas,

abruptas intemperies
construyendo bancales
para aplazar el vértigo,

construyendo caricias.

La piedra de la edad
y este silencio roto
por tu azul.

Cuerpos tendidos
para aplazar el vértigo.

Me muero de belleza
y sangre roja

atada al corazón

UN DÍA CUALQUIERA

 Es el día que podemos pensar más allá de la actualidad - para poder llegar a ser alguien - que determinan los días laborables, que no son días cualquiera porque no son nuestros. Son de otros, son del trajín de la actualidad al servicio de los otros. Son los días en que no somos nadie.

Cualquier vida humana es toda la vida humana. No hay vidas por encima de otras. Todas, incluso las peores, llegan a profundidades inesperadas. Así John Cheever en el cuento “Un día cualquiera” mira y mira, y deja que su mirada se eleve. Adquiera el aura perdida. Le interesa el destino humano, lo que nos arrastra, la voluntad de deseo, la precariedad insondable que constituye la mortalidad. Así un día cualquiera es todos los días.


No hay ningún ismo ni ista ni propaganda que module la forma del cuento y de su lectura. Solo los diferentes latidos de la vida encarnados en las acciones y decires de sus protagonistas, y de las relaciones que mantienen entre ellos. Sus acciones y sentimientos están todos en el mismo plano, las de los dueños (visita a “Emerson house” incluida) y las de los criados (el amor de Agnes por Carlota). A través de la voz del narrador. Hay en la prosa narrativa del cuento de Cheever algo que la hace depurativa, así los pasajes transmiten plasticidad al lector, su estilo se muestra siempre muy atento a los efectos de la luz, a las perspectivas, a los encuadres de las acciones de los personajes. Destacar, en fin, su excelente dominio del tiempo narrativo. 


No es un cuento sociológico, ni psicológico, ni progresista, ni reaccionario, ni historicista, ni ecologista, ni animalista. Es un cuento sobre la vida antes que todas esas ideología se pusieran encima y le robaran sus latidos. Tote lege. Coge y lee, dice san Agustín, antes de que vengan los predicadores de cualquier especie a decirte cómo y cuando y donde tienes que leer. Sin darnos cuenta, la advertencia viene a cuento porque nuestros días cualquiera, uno a uno, los vivimos bajo la influencia del paradigma que hemos heredado.


No hay ideas reseñables en el cuento “un día cualquiera”, mas bien la firme intención por parte del narrador de que todas esas ideas, que gravitan más allá de la propia vida de los personajes, se mantengan a raya en sus cuarteles de invierno. Por eso a “Un día cualquiera” lo animan y mueven más bien las creencias de los personajes que están ahí, como si estuvieran diciendo con lo que hacen: estamos aquí porque es donde queremos seguir estando. Pero alerta, lo significativo en las palabras que se leen (presentar el mundo) en el cuento no es lo mismo que lo significativo en las palabras (que el hablante utiliza en la vida cotidiana (estar en el mundo). Lo que pasa es que “presentar el mundo” (un saber más allá de la actualidad) y “estar en el mundo” (un saber propio de la actualidad) en este cuento se solapan.

sábado, 13 de diciembre de 2025

CORAL BRACHO

 Como un acuario

La luz de la tarde escoge algunas plantas
y en algunas de sus hojas penetra.

Como un acuario encendido por sus peces;
como un fluir
de la noche
entre rastros de estrellas,
transcurre
en su quietud
la maleza. 

EL MITO VIAJERO

 Cuando uno no sabe adónde va es algo muy triste, por mucho que las agencias de viajes te vendan alegría a mansalva si les compras lo que te ofrecen. Debido al tabaco y al sobre peso, llegué con la lengua fuera a las puertas de la Iglesia de Todos Los Santos, en la ciudad de Wittenberg, para rendir mi particular homenaje a Martín Lutero que clavó en aquellas las 95 tesis que impugnaban la autoridad del Vaticano e iniciaban así la Reforma Protestante que cambiaría el mundo. Desde que hace años entendí que viajar está asociado al mito - sin cuya existencia no podemos entender lo que nos pasa - y que el mito está vinculado al lugar de los hechos que lo crearon, soy el viajero más feliz de la Tierra. 

jueves, 11 de diciembre de 2025

JOSÉ LUIS ARGÜELLES

 PROTESTA Y ALABANZA (fragmento)

Este triste y colérico consuelo

(algo así dijo Geoffrey Hill que es la poesía)

reúne luz y sombras en la página,

incendia la memoria con sus músicas

y excava las raíces de un jardín inverso.

Busca la duración,

pesa sílabas y alza imágenes sutiles,

pero nos deja intacto el daño de los días

y jamás restituye,

pleno,

aquel instante en que supimos un desnudo,

la rosa del amanecer en esos labios,

todos los sueños de la juventud insumisa.