jueves, 24 de junio de 2021
VIVIR Y ENVEJECER
Si tú aceptas la vida como en su diversidad cambiante, y sin que cada uno de los individuos que la forma puede ser desprovisto de su dignidad ocupe el lugar que ocupe en el entramado social, buscarás el cambio no por la vía de poner al frente a un grupo elegido o iluminado (siguiendo en “la Biblia” la matriz del pueblo judío y en “el manifiesto comunista” la teoría marxista de que el mundo no hay que interpretarlo sino transformarlo aquí y ahora revolucionariamente, es decir, primero destruyendo lo que hay y luego, sobre los escombros, tratar de construir lo nuevo. Secuencia que no ha ocurrido ni podrá ocurrir nunca). Muy al contrario tratarás, a la luz de esa trágica experiencia histórica, de integrar en la polis finita e imperfecta, y de forma dialogada, aquella diversidad fuera del alcance de todo intento de expertización, liderización o vanguardismo que hoy domina al Estado Burocrático actual (y sus adláteres económicos y sociales) cumpliendo fielmente con el legado de aquellas dos herencias antes mencionadas.