viernes, 30 de agosto de 2024

CARMEN YÁÑEZ

 ¿Qué sabrá el futuro de lo nuestro?

El futuro que ahora es niño lozano
y ya casi adolescente
y nos invade con sus saltos las poltronas
antiguas de nuestros mitos.
¿Qué sabrá de esas marcas en los árboles
ahora que aquellos yacen desnudos
ante la inclemencia?
¿Y las veredas trajinadas hoy que evocamos
los pasos perdidos?
¿Qué sabrá el pequeño futuro que crece
ignorando las señales que dejamos alguna vez en la piedra,
el árbol, la pared vecina al corazón?