sábado, 21 de junio de 2025

SOFIA NOWENDSZTERN

 LA NOCHE LE RECUERDA

La noche le recuerda que la duda trepa las paredes

hasta ocupar la casa
La noche le recuerda que el negro es el color
del más horrible caos

Él elige cerrarse en una oscuridad peor

Inestable por el peso de las imágenes

Incontables, perversas
Prefiere arrancar la fuente

y frenar su curso

LOS POBRES

 En alguna de las razones que postula el nuevo sindicalismo digital, se encuentra la explicación de que abandonara su carrera docente y se entregara a la defensa de los trabajadores del gremio educativo. De enseñar al que no sabe pasó a hacer justicia con los que menos tienen. La llamada de los pobres, como ella dice, le vino después de leer el libro de David Bodanis, “el secreto de la casa”. Dice Bodanis que basta un simple movimiento, como es dejar el periódico sobre la mesa, para aniquilar millones de microorganismos que por allí pululan. Pues así sucede en la realidad visible, aunque no nos demos cuenta. Perteneciente a una familia burguesa y católica de la provincia de Soria, desde muy joven tuvo dos amores que siempre fueron su fuente de inspiración. Por un lado, como no, Antonio Machado el honrado, como ella lo llama, por otro Ernesto Guevara el Che valiente, como amplió a su manera el apodo del famoso guerrillero. Antes de dejar el instituto y entrar en el sindicato de enseñantes visitó al subcomandante Marcos en la sierra de Lacandona, para comprobar el impacto creado por las figuraciones de los nuevos medios de comunicación en la percepción de la revolución de siempre. Ahora hace un mes que se ha jubilado, echando de menos sus años docentes. Eso dice. Tiene  un caniche al que saca tres veces al día a dar un vuelta por el pueblo. También le lleva al peluquero dos veces al mes para desenredarle y cortarle la pelambrera que le crece de forma rápida y abundante.


viernes, 20 de junio de 2025

LUCIANA MAXIT

 mi cuerpo es una iglesia caótica

llena de culpa y vino
llevo en los hombros
la belleza de la gente que se rinde
que se deja caer de rodillas
ante lo terrible de la vida doméstica
habito la política de la nostalgia
hablo su argot con elegancia
rezo el rosal con mis dedos de espina
un ave maría por los chacales hambrientos
un dios te salve por la fibra de la tristeza
un gloria por lo que llega demasiado tarde
rezo por las cosas que me dan miedo
me invento algunos santos
para no sentirme sola.

CLUB DE LECTORES ADULTOS 33

 Más que un evento - uno más dentro de la actualidad llena de palabras instruméntales -,  un club de lectores adultos es un encuentro de sentimientos, que tiene lugar mediante el uso de las palabras sensibles más allá de la actualidad evento.

Resulta urgente impulsar los club de lectores adultos para responder a una de las exigencias del futuro, la de expresar verdades simultáneas, incluidas las fricciones habidas en el proceso deliberativo de aquellos. Combatiendo así esa farsa instituida por el Inquisidor del populismo lector, a saber, un club de lectores adultos es un evento para que cada lector diga con urgencia lo que le pete, como si el Inquisidor estuviese a punto de interrumpir la reunión dispuesto a meter en la hoguera a los blasfemos.


Ante esa amenaza del Inquisidor, con la que el populismo lector no deja de contaminar las bibliotecas y las librerías, se presenta una buena ocasión para convertir al club de lectores adultos en un juego ritual de adquisición del self, juego que responde a una necesidad muy inglesa de hallarse en el centro del conflicto de los lectores adultos, que no es otro que su incapacidad de expresar lo que sienten al leer, para así resolverlo. Siendo el coordinador de ese club de lectores adultos contra el Inquisidor, el primero que se cuestiona esa incapacidad expresiva. El coordinador es el lector adulto que más sabe, que no sabe nada, el primero que se expone ante los otros lectores adultos que están aprendiendo a expresar lo que siente al leer. El saber del No Saber. Con la intención de aplicar luego estas enseñanzas al hablar cotidiano en las conversaciones habituales de la vida. 

martes, 10 de junio de 2025

SAM PINK

 Cobarde

El secreto es
que nunca morís
pero
tampoco seguís viviendo.
Te conformas, en cambio,
con el espectro más pequeño de fracaso y recompensa
Lo que sea que duela menos.
Y créeme:
No estoy culpando a nadie.

ETERNIDAD

 Todo apunta a que al final correrá la sangre, aunque también he de decir que no será tanta como para que pueda llegar al río. Alcanzar la eternidad, ya sea en el cielo como en la tierra, no merece que aparezcan los cuchillos. Verán, el compañero que se ha incorporado recientemente a la oficina es católico practicante y suele acumular los quince minutos del bocadillo para ir los viernes a la misa de 12, que celebran en la iglesia que hay al lado de donde trabajamos. El compañero más antiguo del departamento es comunista de toda la vida y un ateo recalcitrante donde los haya, y no ve con buenos ojos esa praxis de su compañero pues la interpreta como una concesión al Vaticano. Yo, que soy delegado sindical electo, le digo al comunista que lo que hace nuestro compañero creyente es perfectamente legal según el convenio actual vigente; luego le añado que llevar siempre un pegatina en la pechera en contra del capitalismo es, según su propia teoría, una concesión al bolchevismo de Moscú. Yo pienso que los dos tienen el mismo anhelo: huir de la finitud y precariedad  de su vida laboral, y por extensión de su vida en general. Lo que ocurre es que la eternidad no es algo que encaje, y mire que lo hemos intentado, en alguna de las razones que postula el nuevo sindicalismo digital. 


viernes, 6 de junio de 2025

JUAN BONILLA

 LOS DÍAS HETERÓNOMOS (fragmento)

Pasan en procesión

los días heterónomos

y los recuerdos no funcionan,

se nos disuelven

como episodios

de los que sólo quedan titulares,

los detalles se pierden,

y se borran los gestos,

persisten sólo sensaciones generales,

grandes palabras como cuevas húmedas

en las que hubo mucha vida

de la que sólo quedan pintarrajos

en la pared.


CLUB DE LECTORES ADULTOS 32

 LA CREATIVIDAD EN UN CLUB DE LECTORES ADULTOS SURGE DE UNA COMBINACION CABAL DE LA ACEPTACION DE UN DOBLETE, EN FORMA DE AUTORIDAD Y OBEDIENCIA, POR PARTE DE CADA LECTOR ASISTENTE: 

1 LA DEL NARRADOR DEL LIBRO QUE CONVOCA

2 LA DEL COORDINADOR DEL CLUB QUE LO HA PROPUESTO


ANTE ESTA DOBLE AUTORIDAD Y OBEDIENCIA APARECE, A SU VEZ:

  

1 UN PROBLEMA DE COMUNICACIÓN (tu y yo ) 

2 UN CONFLICTO DE PODER IDENTITARIO (tu o yo)


Y EN MEDIO DE ESTOS DILEMAS, ASOMANDO Y ESCONDIENDO LA NARIZ A SU ANTOJO TRAS LAS ALMENAS DE SU FORTALEZA, SE ENCUENTRA SIEMPRE


LA RAZÓN PEQUEÑA DE LOS LECTORES COBARDES

El secreto es
que nunca mueres
pero
tampoco sigues viviendo.
Te conformas, en cambio,
con el espectro más pequeño de fracaso y recompensa
Lo que sea que duela menos.

jueves, 5 de junio de 2025

MARTA JIMÉNEZ

 DONDE EL AMOR EMPIEZA

AHÍ donde dicen todos
los estudios científicos que
acaba el amor,
tres años y dos meses más tarde.
Ahí donde los artículos
de periódico lo dan por concluido,
donde terminan las pelis
donde se deja la gente.
Ahí donde según diversas
universidades de prestigio mundial
el amor no tiene ya cabida.
Ahí
exactamente ahí
es donde el amor empieza.

IDA

 Que hace una novicia como tú saliendo del convento - donde vives desde que te metieron allí cuando eras una niña pequeña - dentro de las coordenadas del momento histórico que lo haces (antes de hacer los votos, para conocer a una tía con pasado turbio, y cuando hay un gobierno autoritario polaco, etc) y al hacerlo así te presentas a un espectador mundano y sabelotodo como yo en el momento histórico en que vive (relativismo moral, más grandes dosis de censura y autocensura en el ambiente, es decir, el conflicto como lenguaje de las relaciones humanas). Fíjate en la que te has metido. O mejor, cabría decir, en qué lío me has metido si decido seguir tu peripecia en compañía de tu bohemia tía y todo lo demás que la envuelve, y me envuelve.

Verás, como dice algún que otro espectador de la tertulia que te ha visto como yo, es que resulta muy difícil identificarse con tu aventura extraconventual si siempre vas vestida de uniforme de novicia de los pies a la cabeza. Lo que pasa, ahora que lo pienso le digo a mi colega tertuliano, es que todos los personajes que aparecen en todas las películas van vestidos de uniforme, al igual que los espectadores que las miramos. Tampoco me cuesta mucho intuir que esos espectadores, que no se identifican con Ida por ir disfrazada de novicia, no asistieron a la película que dirige Paweł Pawlikowski disfrazados de cabaretera o algo así. Tampoco los espectadores de estos pagos vivimos en la Polonia soviética, ni tenemos una tía judía que se ha dedicado a juzgar y condenar a los disidentes del régimen totalitario de aquellos lares. Aunque lo de la tía es más común que pueda ser compartido - quien no tiene por ahí oculto un familiar que perteneció a los represores franquistas o a las checas comunistas -, lo que supongo cuesta aceptar a esos espectadores es lo del uniforme de novicia. Si se lo hubiese quitado al salir del convento, vistiéndose como manda el canon civil de una sociedad totalitaria, la cosa habría cambiado a la hora de mirar la peli. Pero Ida sale del convento, no lo olvidemos, para llevar a cabo una misión laica, no evangelizadora, que no es otra que conocer al único pariente que le queda, su tía Wanda hermana de su madre, antes de coger los votos de monja, es decir, antes de ser verdaderamente una religiosa. Y es que con la religión hemos topado. Por más que los filósofos y los antropólogos digan que lo que pensamos y hacemos los laicos y ateos de todo pelaje y condición no es otra cosa que imitar como bellacos el paradigma milenario de la Iglesia católica apostólica y romana. Me refiero al Vaticano para entendernos, claro está. Que la promesa de la vida eterna sea antes o después de la muerte, según mires al cielo o al bolsillo es una minucia no tiene la menor importancia. Pues dentro de cien años, ya sabe, todos calvos.


A mi me pasó lo mismo que a esos espectadores de la tertulia que he mencionado, hasta que apareció el saxofonista en la vida de Ida. Mejor dicho la música del saxofonista. “Me gusta mucho”, es lo primero que dice Ida cuando le pregunta el saxofonista. Anteriormente hemos visto como sus ojos se iban llenando de esa infinito placer para ella desconocido, superando la barrera del uniforme de novicia. Epifanía, asombro, milagro. La música que este hombre consiguió sacarle al instrumento nos puso en contacto y en comunicación a las tres almas. La de Ida con su uniforme, la del saxofonista con el suyo y la mía bajo unos pantalones y una camisa de entre tiempo. Entonces todo cambió en mi vida como espectador de esta película. Todo empezó a encajar de manera inesperada, epifánica me atrevería a decir. Más tarde, lo que le ofrece el novio saxofonista a Ida es tener una vida ocupada y uniformada, no una vida plena, la cual ya la tiene en el convento. Es por ello que no acepta la propuesta del saxofonista, coge la maleta y se vuelve al convento. Al decírselo a Ida el saxofonista se lo dice también al espectador que está a su lado. Es entonces cuánto que tengo que dirimir entre mi vida ocupada y mi vida plena, si acaso la tengo. Entre el tópico tan usado: “no me da la vida”, ocupando el calendario sin contención ni límite y la vida plena a que me lleva a la reflexión y la meditación. En fin, lo que da de sí el cuerpo mientras tengo vacía el alma. Sea como fuere, a Ida en el convento y a mi de vuelta a casa, siempre nos quedará la musica del saxofonista.

sábado, 31 de mayo de 2025

ANNE SEXTON

 Sólo una vez

Sólo una vez supe para qué servía la vida.
En Boston, de repente, lo entendí;
caminé junto al río Charles,
observé las luces mimetizándose,
todas de neón, luces estroboscópicas, abriendo
sus bocas como cantantes de ópera;
conté las estrellas, mis pequeñas defensoras,
mis cicatrices de margarita, y comprendí que paseaba mi amor
por la orilla verde noche y lloré
vaciando mi corazón hacia los coches del este y lloré
vaciando mi corazón hacia los coches del oeste y llevé
mi verdad sobre un pequeño puente encorvado
y apresuré mi verdad, su encanto, hacia casa
y atesoré estas constantes hasta el amanecer
sólo para descubrir que se habían ido.

CLUB DE LECTORES ADULTOS 31

El caso fue que la invité a formar un club de lectores de cuentos cortos y lo hice como siempre sin preguntarle como pensaba. Lo he hecho durante 23 años y lo he vuelto hacer. Un peligro en la época de la distracción tecnológica, que por estos pagos es también perpetuo enfrentamiento civil. Un peligro para mi y sobre todo para la acción lectora. No sabemos lo que nos pasa y eso es lo que nos pasa. Lo que envías son perlas, le dije, pero es el hilo el que hace el collar. El hilo es el que une acontecimientos de la vida formando un acontecimiento memorable, transitivo, comunicable a los otros. En fin, tenemos dificultad para distinguir acontecimientos biográficos porque todos se homogeinizan. 

¿Cómo se piensa en un club de lectores? Dicho  sin más dilación, lo que más echo de menos entre los supuestos lectores que asisten al club es la capacidad de sorpresa, de encontrar Epifanías o hallazgos narrativos significativos. A la hora de leer todos usan el pensamiento narrativo (si es que lo tienen) de forma demasiado previsible y apenas existen lectores verdaderamente creativas en el ámbito de la representación y de la asociación simbólica. A fin de cuentas, para ellos el mercado de las ideas no es demasiado distinto al de las lavadoras o la industria textil.


En el club de lectores comúnmente usan las palabras, no las leen. Y las usan en el plano formal utilitario ligado a modelos numéricos o con palabras o frases que parecen ecuaciones, lo que hay detrás de la digitalización de la vida cotidiana. Y los coordinadores del club lo consienten en nombre del servicio público de lectura publica, sin pedir disculpas por la redundancia. Así justifican su quietud campanudamente. No entienden, ni hacen entender a los lectores asistentes nada del pensar complejo y variable. Por ejemplo, cómo relacionar la forma con el contenido. Cómo relacionar la literatura con la vida sin que aquello de convierta en una cháchara de comadres o de fatrías futboleras, etc. Y es que, la imaginación es refractaria a las cifras y a la cháchara. Cómo se puede hacer comunidad de lectores con cosas inconcebibles, inimaginables. Con lectores y narradores inconcebibles los unos para los otros. Cómo se puede hacer un club de lectores con una forma de pensar y, por tanto, de leer, que no tiene en cuenta al otro. Unos lectores que con sus palabras van directos al click publicitario y al meme, pero que no tienen en cuenta la capacidad de argumentar larga y razonadamente sobre lo leído.  Que no tiene en cuenta, como en el mundo griego antiguo, la belleza del arte, de la la lectura en su caso, para intercambiarla bondadosamente con el otro que tiene a su lado.

sábado, 24 de mayo de 2025

MARY SHELLEY

 VEN A VERME EN MIS SUEÑOS, AMOR MÍO

Ven a verme en mis sueños, amor mío.
No habría para mí mayor regalo.
Ven, mi amor, con la luz de las estrellas
y acaricia mis ojos con tus besos.

Así fue, según fábulas antiguas,
cómo Amor visitó a una joven griega
hasta que ella rompió el sagrado hechizo
y vio desvanecida su esperanza.

El dulce sueño velará mi vista;
la lámpara de Psique se hará sombra
cuando, entre las visiones de la noche,
vengas a renovar así tus votos.

Ven a verme en mis sueños, amor mío.
No habría para mí mayor regalo.
Ven, mi amor, con la luz de las estrellas
y acaricia mis ojos con tus besos.

OKUPAS

El piso ocupado se ha convertido en la mayor fuente de agobio de la madre, lo que la predispone a no abrir la puerta cada vez que suena el timbre. Para más inri, en esa casa no están  acostumbrados a tratar con artistas y bohemios, lo que hace que se pongan a temblar cada vez la estética se presente sin avisar. Y es que, según he oído a los vecinos, la madre del piso ocupado ha visto por la televisión que el movimiento okupa esta amparado por la ley que se aprobó no hace mucho en el parlamento nacional. Además, según los críticos de arte urbanístico, es un bien cultural y creativo pues abre una nueva perspectiva o mirada en el rígido mundo de las formas que la propiedad privada mantiene como herencia del pasado, desde que se inventó el capitalismo anímico a principios del siglo XXI. Lo mío es mío y lo de todos no es de nadie, más o menos viene a decir el anacrónico mandamiento inmobiliario. Yo soy un funcionario del ayuntamiento que me han encargado que lleve a esta familia una notificación sobre la nueva legislación de alquiler de pisos urbanos, aprobada poco después de la de los okupas, lo que ha producido las consabidas quejas y polarización entre uno y otro bando. La madre del piso ocupado no quiere ni oír hablar de la nueva legislación, y emulando Ma Barker ha amenazado, a quien la quiera oír a través del timbre, que solo saldrá de su piso con los pies por delante. El marido de la madre del piso ocupado se limita a estar callado, de momento. Y los hijos del matrimonio han abandonado la escuela hasta nueva orden de la madre o del parlamento nacional. Todo apunta a que al final correrá la sangre.


miércoles, 21 de mayo de 2025

RAFAEL ALBERTI

 Sueño del marinero (fragmento)

Yo, marinero, en la ribera mía,
posada sobre un cano y dulce río
que da su brazo a un mar de Andalucía,

sueño en ser almirante de navío,
para partir el lomo de los mares,
al sol ardiente y a la luna fría.

¡Oh los yelos del sur! ¡Oh las polares
islas del norte! ¡Blanca primavera,
desnuda y yerta sobre los glaciares,

cuerpo de roca y alma de vidriera!
¡Oh estío tropical, rojo, abrasado,
bajo el plumero azul de la palmera!

ALMAS DESNUDAS

 CAMBIO DE GUARDIA

De repente, en la vida de una mujer de clase media californiana, Lucia Harper, que vive en el extrarradio del pueblo de Balboa  (llámase así a quienes les gusta vivir en las urbanizaciones construidas a las afueras del pueblo, cuya moda nació en EE UU en los años 50 del pasado siglo), irrumpen la llamada de las palabras de lo sensible. Ella tan acostumbrada como está a bregar solo con las palabras de lo útil, se queda paralizada, mientras todos y todo a su alrededor continúan con el ritual utilitarista de su existencia, tan rutinario como su existencia misma. A saber, que si el suegro vive absorbido por las carreras de caballos; que si la hija, Beatriz, estudiante de bellas artes, mantiene relaciones amorosas con un hombre nada recomendable; que si el hijo, David, es revoltoso e inoportuno cada vez que habla o se mueve; etc. A estos personajes se añaden otros, como la pareja de chantajistas formada por Martin y su socio Nagel, dos fracasados, sin recursos y sin habilidades, que son los que hacen que lo sensible se despierte en la vida utilitarista de Lucia Harper, al sentirse chantajeada por ellos. Todo comienza en la peli Almas desnudas, de Max Ophuls, cuando Lucia descubre el cuerpo sin vida del amante de su hija, el tipo poco recomendable, y decide esconderlo porque sospecha que la autora del crimen es su propia hija. La peli no va de la intriga habitual que se desprende de este crimen y de aquel chantaje, sino de cómo ese fenómeno afecta a la vida sensible de la protagonista y que hace con lo que le afecta. Va del misterio que aparece de repente en la vida de Lucia Harper oculto tras el tumulto de intrigas y cuitas domésticas diarias. Todo el utillaje técnico que despliega Max Ophuls está a servicio de ese cambio de distancia que se opera en la conciencia de Lucía Harper. Un cambio de guardia que consiste en acercar el uso de las palabras y acciones utilitaristas habituales al uso de las palabras y acciones  sensibles que le provoca la muerte inesperada del novio de su hija y a las que nos está acostumbrada. Me explico.


Respecto a ese acercamiento en el uso de las palabras de lo sensible, decir que estas palabras pueden estar más allá de las palabras de lo útil, o pueden estar detrás de las palabras de lo útil. Si están más allá es seguro que no las oigamos debido a su lejanía, como le ha pasado a Lucia Harper hasta el momento que descubre el cadáver. Pero si están detrás de las palabras de lo útil, entonces, si estamos atentos, puede que escuchemos su llamada. Es lo que hace Lucia Harper cuando decide esconder el cadáver del novio de su hija. Ese momento es irrepetible. Es una Epifanía para Lucia Harper, como debió ser tener a su hija Beatriz a la que ahora quiere proteger pero no sabe como. ¿Quién o qué produce el cambio de esa distancia? es decir, la distancia que hay entre el uso de las palabras de lo sensible respecto al uso de las palabras de lo útil en el quehacer y decir de Lucia Harper. El verdadero cambio. Muchos años después Lucia Harper no lo sabe, al menos de la manera utilitaria o demostrativa a la que está acostumbrada, aunque tiene que aprender, en eso se empeña durante toda la peli, en que esa manera de decir sensible es lo que vaya diciendo sin miedo a romper las apariencias delante de sus parientes. Volviendo al misterio que aparece en la vida de Lucía Harper, supongo que tiene que ver con la naturaleza de su existencia, que es la misma que la del espectador, aunque sus intrigas domésticas sean diferentes. Aquí se encuentra el denominador común entre Lucia Harper y los espectadores que miran su deambular durante toda la peli. Un misterio que, a su pesar, una vez escuchada aquella llamada, no deja de advertir a Lucía Harper, y al espectador, que las palabras de lo sensible no están meramente ahí detrás, sino que nos son confiadas para fundar el camino de su trascendencia mas allá de su acomodo en el extrarradio de Balboa. Al contrario de las palabras de lo útil, que están meramente ahí para ser usadas y repetidas rutinariamente, una y otra vez cada día, todos los días del año.


Respecto al utillaje técnico a servicio de esas palabras y acción sensibles, Ophüls acorta la duración de los planos (no aparecen sus acreditados planos secuencia), mueve con suavidad la cámara, presenta planos fijos de potente emotividad y abrevia los diálogos mediante la sustitución de palabras por imágenes. Deja de lado sus preferencias barrocas y opta por una estética sobria y realista, coherente con sus planteamientos clasicistas. Construye un film donde lo sensible se impone a lo útil, en cuya puesta en escena presta toda la atención a la exploración y descubrimiento por parte de la protagonista de este ámbito sensible, tan desconocido para ella como para el espectador que sigue sus pasos hasta final.

martes, 20 de mayo de 2025

MIGUEL GANE

 HAY QUE SABER IRSE (fragmento)

Hay que saber irse,
hay que saber abandonar el barco
sin hundirlo,
hay que saber cerrar la puerta
sin dar un portazo,
saber que a la piedra
no se le responde con más piedra,
que al daño
no se le responde con más daño.

Hay que ser elegante al marcharse,
entender que no hace falta
despedazar el abrazo
que una vez te dio calor.
No hay que romper las cartas
ni las fotos,
no hay que borrar los recuerdos
porque, más que un borrón
y cuenta nueva,
saber irse es una lección
y cuenta nueva.

CLUB DE LECTORES ADULTOS 30

 ENTRE LO ÚTIL Y LO SENSIBLE

Las palabras de lo sensible pueden estar más allá de las palabras de lo útil, o pueden estar detrás de las palabras de lo útil. Si están más allá es seguro que no las oiremos debido a su lejanía y al ruido intermedio de la utilidad. Pero si están detrás de las palabras de lo útil, entonces, si estamos atentos, puede que escuchemos su llamada. Ese momento es irrepetible. Es una Epifanía, su presencia será para toda la vida. Como el primer llanto o la primera sonrisa de un recién nacido. Haciendo alma. No obstante en los primeros acordes esa llamada te sumerge en una desconocida exaltación acompañada de una total confusión. Pero como toda Epifanía también te anuncia que la Verdad está ahí y que nunca te separes de su lado. Talmente es lo que me pasó en un momento de mi vida.


¿Quién o qué produce el cambio de esa distancia? es decir, la distancia que hay entre el uso de las palabras de lo sensible respecto al uso de las palabras de lo útil. El verdadero cambio. Muchos años después no lo sé, al menos de manera utilitaria o demostrativa, aunque si he entendido que en la escritura la manera de decir es lo que se está diciendo. Volviendo al misterio, supongo que tiene que ver con la naturaleza de nuestra existencia. Un misterio que, a su pesar, una vez escuchada aquella llamada, no deja de advertirnos que las palabras de lo sensible no están meramente ahí detrás sino que nos son confiadas para fundar el camino de nuestra trascendencia. Al contrario de las palabras de lo útil, que están meramente ahí para ser usadas y repetidas rutinariamente, una y otra vez.


miércoles, 14 de mayo de 2025

MARGE PIERCY

 La más clara alegría

La más clara alegría
es el cese de un gran sufrimiento.
Cuando la campana de hierro se quita de la cabeza,
cuando el clamoroso choque se apacigua en los nervios,
cuando el cuerpo se desliza libre
como la carnada del anzuelo
y el pútrido aire de la ciudad
empieza a bullir en los pulmones.
La luz resbala en miel sobre los ojos.
El austero techo se vuelve merengue.
El cuerpo se desenreda, se despliega
prodigiosamente vacío como un lirio.
Respirar es bailar.
Muda y enteramente
como la albahaca en la ventana
levanto la nariz al sol.

CLUB DE LECTORES ADULTOS 29

 Digámoslo rápido, un club de lectores no es un servicio público. Quien si lo da es la entidad que acoge a sus participantes: biblioteca, editorial, fundación, librería etc. Un club de lectores es una experiencia compartida con el lenguaje de cada uno de ellos a través de la novela o el cuento que los convoca en esa biblioteca, editorial, fundación, librería, etc No confundas  el contenido con el continente. No confundas la botella de leche con la leche misma.

Visto así al asistir al club de lectores has de estar abierto a  epifanías y asombros, en forma de hallazgos narrativos propios o ajenos, en la conversación que mantengas con los otros lectores. No otra cosa es un club de lectores. No las manifestaciones eruditas sobre teoría e historia literaria o las manifestaciones vulgares sobre la propia biografía. 


Como decía Fernando Pessoa la literatura (escritura y lectura) es un esfuerzo por hacer real la vida. Nada más y nada menos. Demasiadas veces decimos, en las conversaciones del club de lectores, que lo real es la vida y lo irreal es el arte. Entonces pregunto, ¿a que hemos venido?: a distraernos de tantán realidad. ¿No será, quizás, que la vida sea fantasmagórica y lo que le presta consistencia son las formas artísticas. Creo que somos más conscientes de nuestro paso por el mundo a través de la creación. Y leer es un acto creativo del mimos rango que escribir. Hay una frase de Pessoa que apunta en esta dirección: “La vida es un viaje del espíritu a través de la materia”

viernes, 9 de mayo de 2025

GIOVANNI BOCCACCIO

 Huyan suspiros míos, huya el llanto...


Huyan suspiros míos, huya el llanto,
huya la angustia y / huya el deseo
que tuve de morir; vaya al olvido
lo que contra el Amor yo pensé tanto:

vuelvan la fiesta, la risa y el canto,
vuelva el honor debido al señor mío,
los méritos de quien por mí lograron
tenga la gracia que yo quise tanto.

Desdén, que injustamente me negaba
el vago mirar de brillantes ojos
con que me tomó Amor, ya se ha marchado;

y aquel saludo que yo más quería,
con suave voz y gesto placentero
me lo acaba de dar la dama mía.

CLUB DE LECTORES ADULTOS 28

 Del adulto funcional emana el lector mecánico o literal. Este tipo de lector es el correlato inevitable - pongamos del cliente del supermercado, otro de los espacios funcionales con más éxito - de los clubs de lectores hoy al uso en bibliotecas y lugares afines. Ese  tipo de lector que llena hasta la bandera los club de lectores, a cuenta del prestigio de la institución convocante y para solaz de los adoradores del objeto libro. Esos que por tener un libro entre las manos creen que están en contacto con la excelencia divina. De igual manera que el adulto funcional gestiona su vida sin que le quede tiempo que perder (siempre va de bólido de aquí para allá, entre el trabajo y el partido de pádel o la asistencia a la exposición de moda, etc), el lector mecánico no piensa como abordar la lectura, sino en gestionarla (palabra antiliteraria por antonomasia) como una parte indiferenciada y sin solución de continuidad de la propia funcionalidad de su vida cotidiana. Es decir, sin que le quede tiempo para pensar antes, durante y después sobre lo que ha leído. y comp comunicárselo a  los otros lectores.

*

Y sin embargo, resulta paradójico que, ante lo más real de la vida, ante lo más funcional para entendernos, la primera comparación que se nos viene a la mente parta de la ficción. Decimos: esto o aquello que me ha pasado esta mañana, cuando he ido a Hacienda o al supermercado, es como una película o un cuento de hadas o de terror.

miércoles, 7 de mayo de 2025

CLAUDIA GONZÁLEZ

 LOS AUGURIOS SE RECHAZAN

Algo debía moverse de lugar, la tarde
depuso su enseñanza, alargando las manos,
como si hubiera querido demostrar un rasgo de la luz
que para todas resultaba invisible

cambiaba la estación, desubicaban
las cosas su trazado, esquivando
su natural pasividad:

si hay mundos que persisten es porque la latencia
se vive en el presente

CLUB DE LECTORES ADULTOS 27

 Todo es una cascada de palabras que salen de la boca del Yo autártico y autocomplaciente, que no hay dique que las contenga ni cauce que les de sentido.

*

Y entonces, ante un tipo así constituido, aparece un día cualquiera un autor y sus preguntas - quien cuenta la historia, a quién la cuenta y para que la cuenta - pensando que tiene que contar con la acción lectora de aquel, que, vaya por dios, está a servicio de su autarquía y autocomplacencia absoluta. Esta es su única ley.

*

Sin embargo, si no tenemos delante ese narrador, que ha creado aquel autor, que se imponga a nuestra proverbial banalidad cotidiana en el uso del lenguaje, acabaremos siempre hablando como lectores en plan cháchara o hablando por hablar.

*

Antes cuando había trascendencia en la vida de vez en cuando te elevabas, ibas a misa. Hoy estamos siempre a ras de supermercado y su publicidad atosigante.

*

El cura te amonestaba y te confesaba de tus pecados carnales y del alma. El narrador te amonesta por tus pecados vulgares que cometes con el lenguaje de tu imaginación. Pero te redime de tanta vulgaridad acumulada, dándote una imagen elevada del mundo que habitas en el libro o cuento que te ha puesto entre tus manos. 

sábado, 3 de mayo de 2025

VIOLETA LUNA

 Cuando pienses en mí

Cuando pienses mí
encuéntrame en las cosas
más sencillas
en esas cosas leves y profundas
encuéntrame en el viento
y en el arco celeste de la tarde
y llénate de estrellas las mejillas.

Seguramente es algo que se tiene
en el recuerdo
seguramente es algo que se tiene
entre las manos
seguramente es tu mirada
dejándose querer como la música.

CLUB DE LECTORES ADULTOS 26

BELLEZA Y BONDAD

Todavía hoy, muchos siglos después, belleza y bondad son lo mismo si van ligadas a la estirpe o el linaje de quien hable. Algo para ti es bueno y bello si cae dentro del área de influencia de tu familia, tu clan, tu tribu cultural, tu gremio profesional, etc. Fuera de ahí todo tiene, en el mejor de los casos, la convulsión propio de lo que te resulta ininteligible, y en el peor, y más habitual, la fealdad y la maldad propias de la amenaza y violencia de lo que te es distinto o extranjero.

Entiendes ahora lo difícil que es poner en conversación  el pensamiento de cada asistente a un club de lectores con el pensamiento que nos muestra el narrador en la novela o el cuento que los convoca.

miércoles, 30 de abril de 2025

ROGER WOLFE

 NOCTURNO

Deliciosa noche
de mediados de primavera:
sedosa, ligera, acariciante
como un aromático ungüento
impregnado de fragante humedad.

No hay noches como esta
salvo en mayo (y de junio
los primeros siete u ocho días).

La luna está velada: me dice
el pastor que llevo dentro
que quizá mañana lloverá.

El silencio
es profundo como un rezo.

Lo entrevero
con la música inmortal de Goethe
y me repito —suaves cadencias
de un ritornello interior—
que el universo (del mundo
no hablo ahora) no podría
estar hecho mejor.

CLUB DE LECTORES ADULTOS 25

 Digámoslo así. La autocracia del YO-ZARISTA: la relación mística del Uno con su Ego, puede poseer la Razón Absoluta el solo, (absolutismo llama a absolutismo), de hecho es a lo que se dedica todo el día de forma autoafirmativa y autocomplaciente. A tal sujeto no le hace falta, por tanto, ningún club de lectores, ni que le convoque ningún narrador. Nada de lo anterior impide, sin embargo, que la verdad narrativa siga siendo algo que se siente individualmente al leer, pero que se busca entre los otros lectores, con el narrador al frente de su historia. 

*

La democracia lectora es el sistema de convivencia y civilización basado en la aceptación de quienes son lectores distintos. Persuadir y ser persuadidos, nos hace usar la razón individual en beneficio de alcanzar ser razonables en compañía de los otros lectores. No nos es dado al nacer, hay que aprenderlo, al igual que aprendemos a leer y a escribir de forma mecánica. Eso es lo que se conoce como la ética de la educación. Un club de lectores me parece, para tal propósito, una herramienta insustituible. De la complejidad inherente a esta democracia lectora se deben hacer cargo los propios lectores, no un comité de expertos.

*

Como lector siempre me ha fascinado y al mismo tiempo me ha llenado de temor, el momento en el que uno cualquiera de los lectores asistentes al club de lectores  se pregunte o le pregunten ¿que es la verdad?, como derivada de la propia conversación mantenida hasta ese momento, y en lugar de continuar conversando, opta por abandonar la reunión, no sin un cambio visible en su semblante, tendente a la molestia o la ofensa.

jueves, 24 de abril de 2025

ERNESTINA DE CHAMPOURCÍN

 La voz del viento

Búscame en ti. La flecha de mi vida
ha clavado sus rumbos en tu pecho
y esquivo entre tus brazos el acecho
de las cien rutas que mi paso olvida.

Despójame del ansia desmedida
que abrasaba mi espíritu en barbecho.
El roce de tus manos ha deshecho
la audacia de mi frente envanecida.

Navegaré en tus pulsos. Dicha inerte
del silencio total. Ávida muerte
donde renacen, tuyos, mis sentidos.

Ahoga entre tus labios mi tristeza,
y esta inquietud punzante que ya empieza
a taladrar mi sien con sus latidos.

EVA RODRÍGUEZ

 Desterrados (fragmento)

Miro el paisaje atado a mis ojos
su verdor terrible
ambos desterrados
grises testigos
de un mundo sobreexpuesto

Miro el reflejo
de la rapaz que huye
por el cortado del monte
y tiemblo
yo soy su presa
el añadido expuesto

Miro
al fulgurante sol
que me ciega
y me alumbra
y dinamita mi ausencia

CLUB DE LECTORES ADULTOS 24

Por el solo hecho de ser convocados como lectores alrededor de un narrador y su historia, la atmósfera que se crea en ese espacio esta ineludiblemente afectada bajo la exigencia de esa voz narradora. No  es pertinente, por tanto, comenzar a hacer mohines de malestar o desacuerdo simplemente por no alcanza a oír o entender lo que el narrador, al que acabamos de conocer, nos está diciendo. Este acabar de conocer es importante pues lo hacemos con alguien que es muy conocido por quien lo ha construido, el autor del libro. Luego leer es tratar de llegar a estar a la altura de ese conocimiento y reconocimiento. Leer es atención, memoria, capacidad asociativa, leer, en fin, es una tarea que requiere esfuerzo y dedicación.

*

Sin embargo,  visto así, es decir aceptando esos mohines y quejas como forma de legitimarnos como lectores ahí donde hemos quedado con otros lectores, visto así digo, un club de lectores no es otra cosa que una terapia ocupacional mas que la política cultural del estado de partidos organiza, en este caso a cuenta de la literatura, para combatir el aburrimiento que inevitablemente aparece en las zonas de confort mental de los ciudadanos bien pensantes que sostienen ideológicamente a aquel estado y sus partidos. Del aburrimiento material ya se encargan las multinacionales del consumo y sus grandes superficies y terminales.

miércoles, 23 de abril de 2025

CUENTO DE VERANO

 FICCIÓN DE FILMAR Y FICCIÓN DE VIVIR

La película Cuento de verano, de Eric Rhomer, glosa las relaciones de amistad y de aproximación al amor de unos adolescentes que juegan a mayores, entre inseguridades, dudas, inquietudes, inexperiencia, curiosidad y temor al fracaso. Los cuatro hacen uso de simulaciones, ocultaciones, pequeñas mentiras, palabras ambiguas y falsas apariencias, para protegerse de compromisos que no desean y de debilidades que no quieren revelar. Como es habitual en el realizador, el azar ocupa un lugar relevante en la historia.


Sin embargo, ver hoy ésta película es como hacer la lectura de la Ilíada o la Odisea de Homero, o la Eneida de Virgilio. Es una una narración que me da la impresión que forma parte de una época lejanísima, tan lejana, como pueden ser los tres textos clásicos mencionados. Es imposible hoy imaginar esta película (o una novela) donde la acción narrativa transcurra sin la mediación determinante de los dispositivos digitales que dominan el espíritu de nuestro tiempo. Es imposible imaginar esta película (o una novela), y que claro está te la acepten los productores o las editoriales del ramo, donde la gran parte de su duración lo ocupen los diálogos entre sus jóvenes protagonistas, mientras bajan y  suben, van y vienen, pasean por la playa y se meten en el mar, etc., mirándose cara cara, o de soslayo, mirando a la cámara o al cielo o al suelo, pero siempre uno al lado del otro, acompasando sus pasos o entrecruzándolos, aguantando con total entrega los mohines del cuerpo de cada cual. Todo lo cual convierte a la película de Rhomer en una pieza de carácter arqueológico que nos remite a cuando los seres humanos aún mantenían su condición de mamíferos hablantes y sociales. Una pieza de museo donde, no obstante, todo es efímero y eterno al mismo tiempo, digna de estar en el arqueológico o en la filmoteca nacional, donde descansar en su eternidad a la espera de que algún estudioso extraiga de sus entrañas la explicación del misterio de tal anomalía temporal. 


Y espero esa explicación con especial afán, ya que al escuchar los interminables diálogos y ver los sinuosos movimientos andarines de los protagonistas, en todos y cada uno de los planos y secuencias que ha construido el director para llevarlos por la ficción de la película y, aquí está lo importante, también por la ficción de sus vidas, tengo la impresión al final de la película - como cuando una vez más miro las pinturas de Velázquez o escucho las sonatas de Mozart - que Rhomer ha hecho esta película para que yo la admire hoy, casi cuarenta años después, y la sigan admirando los que la vean cuarenta años después de que yo la haya visto. Rompiendo en ambos casos el abismo temporal que la tecnología digital ha abierto en nuestro presente respecto el inmediato pasado y el futuro por venir. 


¿Conviene preguntarnos si hay continuidad de aquel ayer en este hoy?¿En donde sí y en donde no? Sin duda, aunque sea más una intuición que una evidencia. Serán preguntas pertinentes siempre que nos situemos más allá de la actualidad, es decir, más allá de la servidumbre propia de nuestra vida mortal que solo tiene lugar ahí en esa actualidad. Preguntas que si nos posibilita la mirada de este Cuento de verano.


Llevo más de 22 años coordinando un club de lectura y un cine forum. Desde la primera novela y la primera película he defendido - en el momento de su presentación ante los lectores/espectadores  y antes de comenzar la conversación entre ellos sobre lo que ha significado su lectura y su visionado - que vida y literatura/cine se nutren mutuamente sin llegar a fusionarse. Por decirlo con Jean Paul Sartre, desde el lugar que ocupemos en la vida la literatura/cine nos llama. De cómo preguntemos a esa llamada nos convertiremos en unos lectores/espectadores o en otros. Eric Rhomer filma en este Cuento de verano, ni más menos, que esa doble llamada, que en Sartre es un concepto inimaginable. Nos llama como seres vivos y actuales en la butaca: eh, despierta de la complacencia de tu comodidad o del miedo paralizante de tu cobardía. Pero también nos llama como seres espectadores para que enfoquemos nuestras atención hacia los planos y secuencias que aparecen en la pantalla mas allá la actualidad que nos atornilla a nuestra butaca.


Y fue entonces cuando, una vez más me imaginé sentado en la mesa habitual del cinefórum y del club de lectores, rodeado de todos los asistentes aquella tarde nublada, el silencio dominando cada molécula del aire inmóvil, y sin nada más que decir, aunque por primera vez con la duda de que se pudiera decir algo hoy de esta cuento veraniego, al margen de lo que ya han dicho lo especialistas y estudiosos del ramo. La ficción de la vida y la ficción del cine se dan la mano, sí, incluso un abrazo, en un gesto de reconocimiento mutuo. Pero cuando iba a hacer la primera pregunta para iniciar el debate, continúe imaginado, el ruido estrepitoso de dos móviles saltaron a la palestra sin miramiento. Poco antes, en plena sala de proyección otro móvil no perdió la ocasión de salir a competir con esa primera pregunta que, más allá de actualidad de aquel dispositivo felón, se iba incubando en mi mente.

viernes, 18 de abril de 2025

JOHN MILTON

 EL PARAISO PERDIDO (fragmento)

A los frutos de aquel árbol vedado,
cuyo sabor letal trajo a este mundo
la muerte junto a todos nuestros males,
por perder el Edén el primer hombre
que desobedeció, mientras no vino
otro mucho mayor a redimirnos,
recobrando también la feliz sede,
canta Musa celeste, que en las cimas
de Horeb o Sinaí, tan escondidas,
inspiraste al pastor, que fue el primero
en enseñar al pueblo ya escogido
cómo del Caos salieron Cielo y Tierra:
o si el monte de Sión más te complace
y es Siloé la fuente de tu gusto,
tan cerca del oráculo divino,
ayuda desde allí a mi osado canto,
pues se pretende alzar en sumo vuelo
sobre el monte de Aonia por contaros
lo que nunca narróse en prosa o verso.

CLUB DE LECTORES ADULTOS 23

AFORISMOS

La experiencia del club de lectores debería darse en el campo narrativo que define la novela o el cuento que los convoca, no en el campo narrativo de la zona de confort de cada uno de los lectores, como sucede habitualmente. 

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A eso que tu llamas tener empatía lo es en la zona de confort del lector, no en la zona que define el narrador del texto que nos ha convocado en el club de lectores. Y es que el sentido del mundo está fuera de la actualidad de la vida.

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La autocracia zarista del YO LECTOR no es otra cosa que la  relación mística del Uno con su Ego.

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Un club de lectores es el lugar de encuentro de la vulgaridad mundana y la élite aristocrática - herencia ambas del antiguo régimen - para alcanzar juntas la nueva excelencia democrática. 

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Un club de lectores es el lugar donde la masa entra para perder vulgaridad y la élite aristocrática entra para perder vacua pomposidad, y encontrarse, ahí, en lo que se llama la excelencia de la lectura. Siempre como no, más allá de la actualidad de la vulgaridad y más allá de la actualidad de la élite aristocrática. Para lo cual, los unos tienen que tener tomar conciencia de su vulgaridad y los otros tienen que tomar conciencia de su elitismo, que es desde donde ambos parten.

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Dicho de otra manera. Deberíamos vigilar, observar o atender de qué manera nuestro carácter - bien vulgar- bien aristócrata- bien una mezcla de las dos - atenta contra la obtención de la excelencia. 

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La excelencia sería el punto común, el denominador común de encuentro de los vulgares y de los elitistas, de los de carácter vulgar y los de carácter aristócrata, independientemente del dinero que tengan para consumir en el supermercado del mundo. 

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La vulgaridad y el elitismo aristocrático  son más bien formas del carácter, antes que formas de tener el bolsillo lleno. Hoy en día, son formas de carácter no estatus de clase o de cuna.

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Dicho de otra manera. Deberíamos vigilar, observar atender de qué manera nuestro carácter, bien vulgar bien aristócrata bien una mezcla de las dos, atenta contra la obtención de la excelencia. La excelencia sería el punto común, el denominador común de encuentro de los vulgares y de los elitistas, de los de carácter vulgar y los de carácter aristócrata, independientemente del dinero que tengan para consumir en el supermercado del mundo. 

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La vulgaridad y el elitismo aristocrático son más bien formas del carácter, antes que formas de tener el bolsillo lleno. Hoy en día, son formas de carácter no estatus de clase o de cuna.

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Los clubs de lectores son un producto de la industria editorial y del poder político cultural, no un fenómeno propiamente narrativo.

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El lector debería renunciar a la identidad personal y a la actualidad del momento, donde ambas acontezcan, en beneficio de la belleza del objeto y de la verdad narrativa de lo que lea en ese mismo momento.

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Los clubs de lectores deben ser los límites a la engañosa autodeterminación y autocomplacencia lectora. La autodeterminación del lector no debe estar por encima de cualquier ley, incluida la ley narrativa que da forma a la novela o el cuento que está leyendo, donde se impone la voz del narrador que cuenta la historia.